La Cámara Representantes abrió al presidente estadounidense Donald Trump, la puerta de su primera gran victoria política, al aprobar su reforma fiscal, que debía ser adoptada seguidamente por el Senado. La Cámara baja aprobó la reforma por 227 votos contra 203, y la mayoría republicana en el Senado, aunque exigua, auguraba la aprobación definitiva de la legislación.

La mayoría republicana se ha mostrado unida tras semanas de negociaciones, conscientes de la erosión que una derrota puede producir en las próximas elecciones de medio mandato. «Es el ejemplo perfecto de una promesa hecha y de una promesa cumplida», dijo Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes. De hecho, una de las pocas de las que puede alardear Trump, que ya fracasó en derogar la reforma sanitaria impulsada por su antecesor Barack Obama, ante la deserción de senadores de su propio campo.

Pero la reforma fiscal encaja con la tradición del «viejo partido», y reducirá a partir de 2018 los impuestos federales sobre las empresas y sobre los ingresos, con un costo de 1,5 billones de dólares para las finanzas públicas en la próxima década.

Trump y los republicanos sostienen que la reforma acelerará la economía estadounidense más allá del 3% actual, y que eso generará a cambio nuevos ingresos fiscales. También debía simplificar el código tributario, para que los estadounidenses pudieran completar sus declaraciones de impuestos como una «carta postal», pero la promesa no se mantuvo ya que los grupos de presión empresariales lograron mantener desgravaciones fiscales como, por ejemplo, la deducción de intereses de los préstamos inmobiliarios.

Y aunque la reducción de impuestos es permanente para las empresas, solo durará hasta 2025 para los hogares, a falta de un acuerdo a más largo plazo. Así, el aumento del poder de compra de las familias se erosionará progresivamente en la próxima década, hasta anularse para la mitad de ellas en 2027, según el Tax Policy Center.

La adopción de la reforma significa sin embargo una gran victoria política para Trump, cuyo primer año en el poder ha sido muy agitado, con derrotas en las elecciones locales en los últimos meses y con altibajos en las relaciones con sus aliados parlamentarios.

El texto incluye además la anulación de la multa impuesta por el Obamacare a quienes no cuenten con seguro de salud, que servía para incitar a la gente a suscribir una cobertura; y la apertura de tierras protegidas de Alaska a las perforaciones petroleras.

Los demócratas, por su parte, creen que la ley es un regalo para los ricos y para las empresas. Nancy Pelosi, líder de la bancada demócrata, la consideró «un robo puro y simple a la clase media».

Moscú y Pekín critican el tono imperialista y de Guerra fría de Washington

China y Rusia criticaron con dureza el informe del Gobierno de EEUU que les considera potencias hostiles.

«Instamos a EEUU a que cese de deformar voluntariamente las intenciones estratégicas de China y que abandone sus conceptos ya superados, como su mentalidad de Guerra fría», señaló el Ministerio chino de Exteriores. «El carácter imperialista de ese documento es evidente, tanto como el rechazo a renunciar a un mundo unipolar, un rechazo insistente», declaró el Kremlin.GARA