Pedro Sánchez ha defendido que «ha llegado la hora de que el Gobierno español asuma sus responsabilidades» después de que las fuerzas independentistas hayan vuelto a sumar mayoría de escaños en el Parlament tras el 21-D y de que el PP haya sido la última fuerza.

Sánchez ha señalado que es «urgente» que empiece a trabajar ya para poner solución a un problema que «está dañando la convivencia en Catalunya, provocando desencuentro en el conjunto del Estado español y poniendo en riesgo la recuperación económica».

A su juicio, «lo que está ocurriendo» no es fruto de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, sino «la consecuencia de 10 años de inmovilismo, de mirar hacia otro lado y no tener alternativa al independentismo» por parte del PP.

Por eso, emplaza al Gobierno de Mariano Rajoy a presentar una alternativa, que el PSOE está dispuesta a escuchar «e incluso a apoyarla», si bien defiende que «solo un Gobierno del PSOE podrá solucionar la situación desde la izquierda y la reconciliación».

También ha criticado a los independentistas, «que han ganado en escaños pero no en votos: si ayer no tenían mayoría para iniciar el camino de la independencia, hoy menos». «No se puede optar a intentar gobernar para un 47% de catalanes, porque Catalunya necesita un gobierno para el 100%», y la obligación del nuevo Govern es atender a todos los ciudadanos, piensen como piensen, ha defendido.

También ha dicho que los resultados del 21-D legitiman a los independentistas a formar un nuevo Govern, pero no a seguir por la vía unilateral: de hecho, les ha instado a «tomar nota de no haber ganado en votos y no haber recibido un mandat»" para el rupturismo unilateral.

Preguntado por si ha sido un error apoyar la aplicación del 155 de la Constitución, ha destacado que el Estado «no tenía otra que recuperar el autogobierno quebrado por el secesionista y restaurar la legalidad con un artículo perfectamente constitucional y legítimo».