El frontón de Berriz se quedó pequeño para dar cobijo a los centenares de personas que quisieron despedir en la fría tarde de ayer a Jon Barcena Amezua, el joven de la localidad que fue hallado sin vida el pasado 28 de enero tras largas semanas de intensa búsqueda, en las que la implicación y solidaridad mostrada por allegados y vecinos conmovió en muchos momentos. También lo hizo ayer; la despedida no solo fue un agur, sino la expresión pública de una comunidad que abarrotó las gradas y ocupó la plaza, y que en varios momentos del acto dejó sentado que habrá que superar el dolor y reponerse, pero que no dejarán de cuidar a los suyos.

El acto, presentado por la bertsolari Miren Amuriza, se desarrolló fuera de los focos de las cámaras por petición expresa de los allegados, que rogaron a los medios respeto al dolor y a la intimidad de la familia. El arrope demostrado por la comunidad tampoco se quedó atrás a la hora de cerrar la «herida» que deja la ausencia de Jon. Entre los asistentes destacó la gran presencia de jóvenes, muchos de los que hicieron patente el dolor por la pérdida de uno de los suyos y mostraron su cariño hacia la familia; sus compañeros de clase han dejado escrito un libro para ellos.

Jon, Karmen y Miren, los padres y la hermana, llegaron portando sus restos acompañados de los dantzaris del grupo Iremiñe, al que pertenecía el joven. La danza y la música estuvieron presentes en el acto, que presidió una imagen de un sonriente Jon. Su círculo más cercano recordó esa sonrisa, su arma para encarar la vida. «Vuela alto y libre» le desearon los reunidos en el frontón entre aplausos.

Las palabras en forma de carta escrita por los padres y la hermana de Jon, a las que Xabier Amuriza puso «voz y corazón», depararon algunos de los momentos más emotivos.

Expresaron su más sentido e inmenso agradecimiento a las personas que no se han separado de su lado en estas semanas, a su entorno familiar, a los amigos de Jon y a todos los berriztarras que les han hecho llegar su solidaridad y cariño. Mención especial también para el Ayuntamiento de Zigoitia y sus gentes, por su «humanidad, ternura y ayuda», y extendieron su agradecimiento a todas las personas que han participado en la búsqueda sobre el terreno o impulsándola a través de las redes sociales. Su más sentido «eskerrik asko» fue para Jon, por todo lo vivido durante 19 años.

Al acto asistieron el director de GARA, Iñaki Soto, y el consejero delegado de EKHE, Gorka Altuna; los parlamentarios de EH Bildu Jasone Agirre y Julen Arzuaga y el juntero de la coalición en Bizkaia Josu Unanue, que arroparon a la familia y especialmente a Karmen Amezua, madre de Jon y portavoz de la coalición en el Ayuntamiento; y una delegación de LAB.