GARA
GASTEIZ

Solo el PP acepta la recentralización de anular las 35 horas de jornada

Los partidos de la CAV, salvo el PP, criticaron ayer la decisión del Tribunal Supremo de anular el decreto del Gobierno de Lakua que establecía una jornada de trabajo efectivo de 35 horas semanales para los funcionarios de la Administración autonómica. Denunciaron que «cercena» el autogobierno y enmarcan la media en la «recentralización» del Estado. Los sindicatos llaman al Ejecutivo de Urkullu a mantener lo negociado y acordado en Gasteiz.

Donde el resto de partidos de todo el arco parlamentario ven un recurso que recorta el autogobierno vasco e incide en la recentralización del Estado, el PP defiende que fueron el Gobierno de Lakua y los sindicatos quienes se empeñaron, no solo en engañar a los funcionarios, sino incluso en «invadir» las competencias del Estado.

Que el Tribunal Supremo haya anulado el decreto del Ejecutivo autonómico que fijó una jornada laboral de 35 horas en la Administración propia ha sido entendido por partidos y sindicatos, salvo el PP, como un ataque a las competencias propias de la CAV.

Por el PNV, la parlamentaria Estibaliz Larrauri mostró el «total desacuerdo» de su grupo con la sentencia, que «cercena el autogobierno» vasco y «vulnera el espíritu» de la negociación colectiva. «Va a ser una decisión difícil de explicar en Euskadi, porque se entromete en la organización interna de nuestro personal público»», apuntó.

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, coincidió en las críticas a la «actitud cercenadora» de derechos y competencias por parte del Estado español. Tras aludir a otras recientes decisiones de la Justicia española contra normas vascas, lamentó que este parece ser el «epitafio» del Estatuto de Gernika. Por ese motivo, propuso aprovechar los trabajos que desarrolla la Ponencia de Autogobierno del Parlamento vasco para «blindar» la capacidad de decisión de las instituciones vascas.

Desde Elkarrekin Podemos, Jon Hernández enmarcó la resolución judicial en un proceso de «recentralización» por parte del Estado. Además, afirmó que hay que aprovechar el debate sobre la reforma del autogobierno para reforzar los derechos sociales de los ciudadanos. Lamentó que el PNV siga llegando a acuerdos con un PP que ha impulsado recursos contra numerosas normas vascas.

La parlamentaria del PSE Alexia Castelo señaló que, salvo para «quienes no creen» en el Estado de las Autonomías, no es comprensible que se ponga en cuestión un acuerdo alcanzado entre un gobierno y los sindicatos sobre la organización de su propia administración.

El parlamentario del PP Anton Damborenea, por contra, acusó de «fariseos» tanto a Lakua como a los sindicatos, por haber engañado a los trabajadores de la Administración pública.

Zearreta: «No cambia nada»

El viceconsejero de Función Pública del Gobierno de Lakua, Andrés Zearreta, aseguró, por su parte, que pese a la anulación por parte del Tribunal Supremo de la jornada laboral de 35 horas de los funcionarios vascos, «de momento» la sentencia «no cambia nada» y abogó por analizar junto a las organizaciones sindicales «qué camino seguimos».

Desde los sindicatos ya se expresó la necesidad de defender las decisiones adoptadas en común, un compromiso alcanzado en el año 2000. Los representantes de los trabajadores son más proclives a mantener actitudes firmes, que a buscar algún subterfugio que trate de sortear la sentencia del Tribunal Supremo español.

 

Urkullu se remite a la Ponencia de Autogobierno

No son buenos días para el autogobierno. Mientras a Catalunya le siguen aplicando el 155 a machamartillo, la CAV se ha quedado sin capacidad de regular el fracking, le han vetado la competencia sobre «el mar territorial y el subsuelo marino» y ni siquiera puede determinar la jornada laboral de sus funcionarios. La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, le recordó ayer al lehendakari que gobierna con quienes no han puesto ninguna pega al 155 y critican introducir el derecho a decidir en el futuro nuevo estatus, y le preguntó «cómo pretende usted profundizar en el autogobierno si el Estado siempre se reserva la última palabra, siempre tiene la sartén por el mango».

Iñigo Urkullu tiró de manual. Sobre las declaraciones de Idoia Mendia respondió que la posición del Gobierno está en su programa. En cuanto a cómo responder a la actuación recentralizadora del Estado, el lehendakari echó balones fuera. En realidad, lo puso textualmente «en el tejado» de Maddalen Iriarte. «No me mire a mí, mire al resto de partidos. Asuma la responsabilidad, señora Iriarte. No me pase el balón a mí y salga corriendo. Tiene con quién jugar, tiene en el campo a los cuatro grupos parlamentarios que junto con ustedes tienen la oportunidad de alcanzar un acuerdo. Inténtelo usted también, porque la responsabilidad es de este Parlamento en su conjunto».

Sin comprometerse, el lehendakari también leyó parte del programa en esta materia con el que el PNV se presentó a las elecciones autonómicas. Una más de las aportaciones que hará cada fuerza a la Ponencia. I.I.