Beñat Zaldua
DONOSTIA

EH Bildu sitúa el derecho a decidir en el eje del nuevo estatus político

La izquierda soberanista ha presentado esta mañana sus bases para un nuevo estatus político en la CAV, que propone rebautizar como Comunidad Estatal Vasca. Un ejercicio de síntesis que suma a las propuestas propias varias ideas planteadas «por PNV, Podemos e incluso PSE», según ha explicado Maddalen Iriarte.

Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte, durante la presentación de la propuesta. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte, durante la presentación de la propuesta. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)

«Es posible llegar a un acuerdo de mayorías por el derecho a decidir, es nuestra responsabilidad, que nadie ponga la pelota en otro tejado, si no se logra no será culpa de Madrid». El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha llamado esta mañana al resto de partidos vascos a negociar y acordar la hoja de ruta hacia un nuevo estatus político para la CAV, cuyo nombre proponen reformular: Comunidad Estatal Vasca.

Lo ha hecho en Hernani, donde ha presentado junto a la portavoz parlamentaria de la formación soberanista, Maddalen Iriarte, el documento que el próximo miércoles llevarán al Parlamento de Gasteiz.

Ha sido la parlamentaria la que ha invitado a «leer con atención el documento», sobre el que ha añadido: «No hace falta ser muy sagaz para encontrar elementos que ya han sido propuestos por PNV o Podemos, e incluso por el PSE». Por ello, Iriarte ha destacado el esfuerzo de «síntesis» realizado, así como lo que ha calificado de «generosidad» por parte de EH Bildu para «tender puentes» y hacer posible el acuerdo.

El nudo de la soberanía

El primero en hablar ha sido Otegi, que ha expuesto el contexto en el que se presenta la propuesta de la izquierda soberanista. Lo ha hecho apoyándose en Aristóteles, que dejó dicho que un nudo no se puede deshacer si no se entiende cómo está hecho. «El nudo de este pueblo es sencillo de entender: no tiene soberanía para tomar sus decisiones», ha empezado.

«El debate debe ser sobre el modelo de relación que Bizkaia, Gipuzkoa y Araba quieren con el resto de territorios vascos, con España y con el mundo, no sobre cuántas competencias tendremos o no», ha seguido un Otegi que ha defendido que dicha relación debe basarse en el principio de igualdad: «Si no hay un cambio en el modelo de relación, no hay nuevo estatus».

En ese camino, ha subrayado dos hitos: el reconocimiento de la Comunidad Estatal Vasca «como sujeto político soberano» y el ejercicio global y efectivo del derecho a decidir «no solo sobre el modelo de relación que queremos con el Estado español», sino también para garantizar «una democracia de calidad, una sociedad de bienestar y un marco para defender nuestra cultura».

Consulta habilitante y referéndum ratificatorio

La segunda parte de la exposición ha corrido a cargo de Iriarte, que ha desgranado los puntos más destacados del documento de 18 páginas, empezando por una declaración de principios: «Con el único límite de la voluntad de la ciudadanía y los derechos humanos, todos los proyectos deben ser realizables, porque sino el pluralismo no es más que una palabra vacía. No puede haber derecho a veto».

Iriarte ha defendido una relación con el Estado español basada «en el principio de igualdad», a través de la cual algunas políticas podrían compartirse con el Estado, pero con la que debería garantizarse que «el fondo de poder» queda en la actual CAV: «La última palabra no puede quedar en manos del Estado español, y para garantizarlo es necesario establecer una comisión paritaria.

También ha abordado algunos de los mecanismos concretos para ejercer este derecho a decidir que recorre toda la propuesta de EH Bildu. Por ejemplo, tanto para el actual debate sobre la reforma estatutaria como para futuros procesos –como la relación entre territorios vascos o la decisión sobre la independencia– ha explicado que proponen la posibilidad de celebrar una consulta deliberativa y habilitante tras la cual se abra una negociación de buena fe con el Estado español –«diálogo no paralizante»– que concluya con un referéndum vinculante que ratifique los acuerdos alcanzados.