Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

UPN fuerza la ruptura entre las víctimas de ETA en Nafarroa

Nafarroa tendrá una nueva asociación de víctimas que se escinden de la AVT por entender que no ha de haber ningún tipo de colaboración con el Gobierno de Uxue Barkos. El propio presidente de la AVT, Alfonso Sánchez sostiene que estas víctimas están siendo «manipuladas» y lamenta que se haga política «lanzándose los muertos a la cabeza».

La presión parece, casi, salvaje. «Lo más triste es que el presidente de la AVT, guardia civil retirado y víctima de ETA, esté colaborando con la maquinaria propagandística de este gobierno y acuse a las víctimas navarras de seguir las directrices de ‘un partido’. Todo un personaje que está siendo utilizado por el Ejecutivo de Barkos y que no representa en ningún caso a las víctimas de ETA en Navarra». Quien así habla es uno de los máximos responsables políticos del diario más vendido en Nafarroa, esos de los que escriben con cuentagotas y que, teóricamente, debiera ser el árbitro de la brecha que se ha abierto entre las víctimas de ETA.

La fuerte implicación de los resortes mediáticos del régimen da cuenta de la importancia del cisma abierto en este colectivo tras el anuncio de la creación de una nueva plataforma de víctimas, que se llamará Asociación Navarra de Víctimas de ETA (ANVE). Uno de los que más claro –y duro – está hablando sobre el asunto es el presidente de la AVT, organización de la que se escinde esta nueva plataforma. «Un partido está manipulando a un grupo de víctimas para que vaya en contra del Gobierno de Navarra», ha dicho Alfonso Sánchez. El exguardia civil afea que «las víctimas asociadas en Navarra no han movido un dedo nunca por una víctima y no pueden dar lecciones». A su entender, estas víctimas que se marchan «están siendo utilizadas y manipuladas, y están envenenando al resto de asociados, no solo a los de la AVT». En último término, Sánchez lamentaba que se haga política en Nafarroa «tirándose los muertos a la cabeza para desbancar del poder a unos partidos u otros».

El líder de UPN, Javier Esparza, ha salido al paso de las críticas de la AVT diciendo que su partido «seguirá denunciando cada acción que sirva para manipular la verdad». Esparza se alinea de forma nítida en favor de la nueva asociación que, por el momento, no tiene un rostro claro. Según ha dicho la propia ANVE, aunaría a unas 50 víctimas y probablemente se convertiría en la mayoritaria en Nafarroa. Y al respecto, el líder de UPN ha señalado que estas víctimas «son merecedoras de todo el respeto y cuentan con todo el apoyo y la solidaridad de la inmensa mayoría de la sociedad navarra y española».

Cualquier paso, siempre malo

El origen de la ruptura se encuentra en que un buen grupo de víctimas en Nafarroa ha optado por un boicot beligerante a cualquier reconocimiento oficial por parte de las instituciones del cambio. El anuncio de la creación de la ANVE surgió al conocerse que la AVT tomará parte en un homenaje en Nafarroa el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, 11 de marzo. La consejera Ana Ollo trató este tema en una reciente reunión con la AVT, Covite, la Fundación Tomás Caballero y la federación de asociaciones de víctimas de las distintas autonomías. Covite se negó a tomar parte, pero la AVT sí que está dispuesta a colaborar y de hecho, tomará parte en una jornada que se celebrará hoy mismo junto con Álvaro Baraibar (director de Paz y Convivencia) y Sonia Ramos, directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior.

El nuevo colectivo de víctimas navarro se alinea con las tesis de boicot de los de Consuelo Ordóñez, por lo que necesitaba romper antes de que llegaran las jornadas y la celebración del citado 11 de marzo.

Este boicot por parte de un sector a los actos de reconocimiento, alentado también desde la prensa afín a UPN, acaba de vivir un episodio muy gráfico en Iruñea. El Ayuntamiento ha comenzado a poner placas en los puntos exactos de la ciudad donde ETA mató a 27 personas. Pero, antes de colocar las placas, el alcalde, Joseba Asiron, se ha reunido personalmente con las familias en busca de su aprobación.De esta forma, recientemente se ha colocado por ejemplo el recuerdo al niño Alfredo Aguirre –de 14 años, el más joven de las víctimas mortales de la capital– y otra en recuerdo de un policía. Sin embargo, ha trascendido que las víctimas relacionadas con UPN con las que contactó Asiron han declinado el homenaje.

Estas víctimas, obviamente, están en su legítimo derecho a no querer participar, pero los líderes de opinión de la derecha han dado un paso más allá en su afán de bloqueo, aun a costa de la escisión. De este modo, su oposición a la iniciativa ha incluido un intento de arruinar el reconocimiento a las familias de quienes sí quisieron placa. El periódico más vendido –el mismo que carga ahora contra el presidente de la AVT– abría su edición del día siguiente a la colocación diciendo que las placas eran una estafa porque no incluían la palabra «asesinado» y en el texto solo aparecía «víctima». Por contra, el presidente de la AVT entró a esta polémica concreta, valorando el que municipios gobernados por EH Bildu pongan placas como un hito «importantísimo».

La polémica, en realidad, viene de atrás. Desde el cambio, los desencuentros entre Gobierno navarro y algunas víctimas han sido constantes. La presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez fue insultada al acudir a un aniversario en 2015. Al final, el Gobierno acabó optando por acudir solo si eran invitados. La tensión pareció relajarse, pero repuntó a finales del año pasado en el aniversario de Joaquín Imaz, cuando la hija del fallecido animó a Ollo a marcharse y la llamó «Judas». Su intervención fue aplaudida por la derecha y, desde ese punto de vista, el paso de constituir una nueva asociación parecía lógico. Hasta que ha llegado la AVT aclarando que no todos piensan igual.