Ramón Sola
Donostia

Schulman en Donostia: «En la tortura, la verdad es invencible»

La mesa redonda organizada en Donostia por Euskal Memoria ha estado marcada por la reciente sentencia europea sobre Portu y Sarasola, y también por la presencia estelar del activista argentino José Schulman, con un mensaje rotundo: «La verdad es invencible». En su país la perseverancia ha dado como fruto 620 sentencias; en Euskal Herria apenas son 20.

Mesa redonda sobre la tortura que se ha celebrado en Donostia. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Mesa redonda sobre la tortura que se ha celebrado en Donostia. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)

No se salía precisamente con buen cuerpo hoy de la charla ofrecida en Donostia por José Schulman, secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, activista contra la tortura y torturado él mismo.

Ha explicado al auditorio qué es morir empalado, cómo desde la ESMA de Buenos Aires salían los aviones que arrojaban a los detenidos vivos al mar o los quemaban en lo que llamaban «asaditos», o cómo la hija de la persona que inventó la picana murió víctima de ella.

Todo este detalle no era morbo, tenía una explicación en su moraleja final: «Testimoniar la tortura no es gratis, es soltar la misma sangre que cuando te torturaron. Pero testimoniar es un arma muy potente. Hay que decir lo que nos hicieron. La verdad es invencible».

Admite Schulman, en cualquier caso, que hace falta tiempo y perseverencia para que se abra camino. Así, ha recordado que en Argentina durante mucho tiempo no hubo juicio alguno, hasta que en 2001 «el pueblo se levantó y arrasó con los gobiernos. Y tuvieron que salir de esa crisis de gobernabilidad liquidando la impunidad».

El resultado, 620 condenas ya frente a las apenas 20 que ha registrado el reciente estudio del Instituto Vasco de Criminología (en la mesa estaba también Laura Pego, una de sus responsables). El contraste es brutal pese a que los números de torturados no son tan diferentes, y menos aún si se comparan con la dimensión poblacional de Argentina y Euskal Herria.

Schulman ha detallado que esas 620 sentencias recogen torturas o detenciones ilegales a 12.000 militantes políticos; y solo en la CAV se contabilizan ya 3.500 víctimas en este informe encargado por Lakua. Los casos censados oficialmente, como se sabe, son 4.113, pero por delante del IVAC hay un trabajo de hormiga de Euskal Memoria.

Desde la fundación, Eugenio Etxebeste ha avanzado que han recogido ya cerca de 6.000 episodios de tortura en todo el conjunto del país. Y ha recordado cómo más del 40% de los torturados quedaron libres posteriomente o cómo el 25% de las personas detenidas bajo incomunicación no denunciaron maltratos, lo que desmonta los discursos oficiales sobre el «manual de ETA».

¿Puede el caso de Portu y Sarasola marcar un antes y un después? La abogada e investigadora Laura Pego ha constatado que desde luego se trata de un avance importante, conseguido gracias a algunas circunstancias excepcionales visto lo visto con anterioridad: una labor muy detallada de los foreneses, una instrucción consistente, una sentencia bien construida en Gipuzkoa...

Schulman ha cargado, con todo, contra esos matices jurídicos que llevan a discriminar entre trato inhumano y tortura cuando el hecho de fondo es el mismo. Y cuando esta lacra es «un delito imprescriptible e inamnistiable, porque no afecta ya a la persona concreta, afecta toda la Humanidad. La Humanidad no soporta la tortura. No es fácil lograr que un hombre torture».