
Démare llegó la víspera a meta después de quedarse descolgado en el primer puerto, lo que incluso desató algunas suspicacias sobre la limpieza de su última subida.
Sea como fuere, la dirección de carrera no observó nada punible y el francés ha demostrado hoy su fortaleza al sprint, cruzando la meta de Pau por delante de Christophe Laporte (Cofidis) y Alexander Kristoff (UAE-Team Emirates).
Sin novedades en la nómina de favoritos, aunque Nairo Quintana ha sufrido una caída. Ha sido una etapa tediosa y de transición, a la espera de la última paliza montañosa de este viernes y la contrarreloj del sábado por carreteras vascas.
Serán 200 kilómetros mañana, entre Lourdes y Laruns, con los míticos puertos de Aspin (78), Tourmalet (108) y Aubisque (180) por el camino. Página especial de NAIZ.

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