En un comunicado, Satse Bizkaia lamenta que se trata de un problema estructural y no de un mero hecho puntual: «Los déficit de plantilla se han agravado en la época estival, coincidiendo con las vacaciones del personal fijo, pero la situación perdura durante todo el año».

La organización sindical explica que este déficit de profesionales conlleva una sobrecarga de trabajo desproporcionada e inasumible para las enfermeras y enfermeros: «A pesar de los esfuerzos de la plantilla, la falta de personal repercute en la calidad de la atención y cuidados que se prestan a las personas mayores».

Las consecuencias de este problema han llegado incluso a las residencias más grandes del territorio como, por ejemplo, Aspaldiko o Fundación Miranda, en las que «habitualmente hay entre un 30% y un 50% menos de enfermeras».

Para el Sindicato de Enfermería, el origen del problema reside en las «pésimas» condiciones laborales y retributivas que se ofertan desde el colectivo de residencias de mayores. A ello hay que sumar la dificultad de encontrar profesionales de enfermería disponibles durante el verano. «Las malas condiciones obligan a las enfermeras y enfermeros a decantarse por otros ámbitos, generalmente del sector público».

Satse Bizkaia denuncia que este problema «ha llegado para quedarse», por lo que se necesitan medidas urgentes enfocadas a una solución permanente.