Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

La UE diseña un etiquetado común para identificar todos los combustibles

La norma de compatibilidad entrará en vigor el 12 de octubre, aunque solo los vehículos comercializados por primera vez o los matriculados a partir de la fecha se verán afectados. Los distintivos, que deberán ir colocados en las tapas de llenado, surtidores y manuales, tendrán distinta forma según el tipo de combustible.

Las etiquetas redondas identificarán la gasolina; las cuadradas, el gasóleo; y los romboides, los combustibles gaseosos, como el hidrógeno, el gas natural comprimido o el gas licuado del petróleo. La variedad de combustibles actualmente a nuestro alcance es cada vez más extensa, lo que ha llevado a la UE a una reflexión: la necesidad de unificar la compatibilidad entre carburantes y vehículos a través de un nuevo etiquetado común, y hacerlos más identificables de cara al consumidor.

El estándar, llamado UNE-EN 16942, entrará en vigor el próximo 12 de octubre, pero únicamente se verán obligados a llevar los distintivos los vehículos comercializados por primera vez o lo matriculados a partir de la vigencia de la norma.

Al tratarse de una fecha de obligado cumplimiento, los fabricantes de vehículos y las estaciones de servicio empezarán a introducir el etiquetado previamente; por ello, es probable que en las próximas semanas empiecen a ver la nueva simbología detallada en el gráfico anexo. Hay compañías automovilísticas cuyos nuevos modelos recién presentados la incluyen. Será cuestión de tiempo que cada parte implicada dé el paso.

Ciclomotores, motocicletas, turismos, vehículos comerciales ligeros y pesados, y autobuses, entre otros, deberán llevar el símbolo correspondiente tanto en los manuales como en la proximidad del tapón de llenado o en la propia tapa. Los concesionarios también deberán mostrarlos. En las gasolineras, el usuario los encontrará en el aparato surtidor y su boquerel.

Estados implicados

Los 28 Estados miembros de la Unión Europea están obligados a aplicar la normativa, al igual que los del Espacio Económico Europeo (EEE); esto es, Islandia, Liechtenstein y Noruega. También harán lo propio Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía, al tratarse de países que forman parte del Comité Europeo de Normalización (CEN).

Lo que aún no está claro es qué hará Gran Bretaña, ya que la aplicación de la norma depende de la negociación del Brexit. En cualquier caso, los nuevos vehículos tendrán las etiquetas instaladas en la línea de producción, de forma que los vehículos que entren en el mercado británico dispondrán de las nuevas etiquetas donde corresponde.

Para ir familiarizándose con los nuevos diseños, las asociaciones del sector Anfac, Anesdor, AOP y UPI han elaborado un folleto informativo que está disponible en internet.

El objetivo final es mejorar la información que se da a los conductores, aunque de entrada será dirigida a los de los nuevos vehículos. Estos deberán comprobar, previamente al repostaje, que la etiqueta del coche que conducen coincide con la que muestra el surtidor.

El resto de usuarios no deberá cambiar de hábitos, ya que en los boquereles de los surtidores seguirá visible si se trata de gasolina o gasoil.

La cuestión de los coches de recarga eléctrica o de aquellos que solo funcionan con electricidad son un tema aparte, aunque también se está trabajando en una norma CEN para las etiquetas aplicables a estos automóviles y sus puntos de recarga, un sector cada vez más extendido. Según indican en el citado folleto informativo, se espera que, más adelante, se haga una normativa similar a la que entrará en vigor este otoño.