Una vez que el plan sea aceptado por la jueza encargada del proceso, se abre un plazo de cinco meses a la espera de alguna oferta de posibles inversores interesados en pujar por los activos realizables. En el caso de que surja algún interesado antes de que venza dicho plazo, se le adjudicaría en el supuesto de existir una única oferta o se estudiaría la más adecuada si concurren varias propuestas.

Si transcurridos esos cinco meses no aparece ningún inversor, el astillero saldrá a subasta por un valor tasado en primera instancia y, de seguir sin comprador, al mejor postor.

Tras la entrega del plan de liquidación, el administrador concursal va a presentar el próximo lunes el ERE de extinción para los cerca de 180 trabajadores fijos en plantilla, al quedar dinero en tesorería solo para pagar las nóminas de este mes de octubre.

A partir de ahí se abrirá el periodo de consultas del ERE para alcanzar un acuerdo en torno a las indemnizaciones correspondientes y, si se llega a un entendimiento, el proceso pasará a Inspección de Trabajo.

Concentración ante la sede del PSE

Por otro lado, un centenar de trabajadores se ha concentrado ante la sede del PSE en Bilbo, donde han solicitado una reunión con la secretaria general del partido, Idoia Mendia, para pedirle su apoyo de cara a la viabilidad de la empresa y que realice labores de mediación con el Gobierno español para que apruebe el rescate y vuelva a convertir el astillero en empresa pública.

Los trabajadores han coreado lemas y consignas como «Rescate sí, cierre, no»; «Gobierno Vasco, mójate», «Lehendakari, vete tú a Cádiz» o «Si se cierra La Naval, ¿dónde voy a trabajar?».

«Pensamos que la solución para el futuro de La Naval es una solución política que depende de la voluntad política, y por eso le pedimos al Gobierno español que recompre el astillero» ha declarado el presidente del comité, Juanjo Llordén.

Han hecho llegar al PSE su convicción de que «el Gobierno puede comprar el astillero porque creemos que es la única solución para que la Margen Izquierda no pierda 4.000 empleos, porque ya está suficientemente castigada, con una tasa de paro más del doble de la media vasca».

El portavoz de la plantilla ha recordado que fue el Ejecutivo de Madrid quien «hace 12 años nos privatizó, hemos estado todo este tiempo en el congelador y ahora queremos salir del frigorífico».