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Discrepancias entre los partidos de Nafarroa sobre el acto celebrado en Altsasu

Los partidos con representación en el Parlamento de Nafarroa han mostrado sus discrepancias sobre el acto de la plataforma España Ciudadana celebrado ayer en Altsasu por Ciudadanos, al que también asistieron dirigentes de Vox y el PP.

Agentes de la Policía Foral y la Guardia Civil desplegados en Altsasu con motivo del acto ultra. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Agentes de la Policía Foral y la Guardia Civil desplegados en Altsasu con motivo del acto ultra. (Idoia ZABALETA/FOKU)

Así, el Parlamento de Nafarroa ha rechazado, con los votos en contra del cuatripartito, una declaración del PP que condenaba los «insultos, amenazas y lanzamiento objetos» a los asistentes a este acto, reconocía el derecho todas personas a celebrar cuantos actos consideren oportunos sin tener que ser protegidos por la policía y se apoyaba a la Guardia Civil como «garante de la seguridad ciudadana».

Tras la reunión de la Mesa y la Junta de Portavoces, la parlamentaria del PP, Ana Beltrán, ha afirmado que Altsasu «es un pueblo magnífico, que ha luchado mucho por la implantación de empresas, un pueblo trabajador» pero «que tiene a radicales dentro» y ésa «es una enfermedad que la tienen quienes dirigen el pueblo».

«Quien diga que vamos a provocar» a Altsasu «esta enfermo», ha dicho Beltrán, quien se ha mostrado «escandalizada» del rechazo del cuatripartito a la declaración institucional del PP y ha lamentado «que nos tengamos que volver a acostumbrar al fascismo abertzale que inunda las calles de Pamplona», una ciudad en la que «no puedo salir con mis hijos por las calles del centro».

Beltrán, quien ha asegurado que lo ocurrido ayer en Altsasu «fue una auténtica salvajada», ha considerado que desde el Gobierno de Nafarroa «se está dejando pudrir» a la sociedad navarra y ha mostrado su preocupación por que «no haya condena» de la presidenta Uxue Barkos.

También ha pedido la rectificación o, en su caso, la dimisión del portavoz de los socialistas en el Senado, Ander Gil, quien criticó a los participantes en el acto de España Ciudadana y señaló que fueron a Altsasu a «agitar el odio» quienes «nunca tuvieron que mirar por la mañana bajo su coche» o «nunca despidieron a un compañero en un funeral».

Para Beltrán, esa declaración «es aberrante» y supone «ponerse del lado de los agresores» a los guardias civiles de Altsasu.

El portavoz de UPN, Javier Esparza, ha lamentado y condenado «las imágenes de odio» que se produjeron ayer por parte de personas con «las caras tapadas», muchas de las cuales «ni eran de Alsasua» y que fueron vistas «insultando, en actitudes violentas, tirando objetos» a los participantes en el acto.

Esos sucesos, ha aseverado, son «reflejo de lo que es EH Bildu», un partido en el que son «supremacistas», «ultras radicales» y «fascistas», y con los que la presidenta Barkos tiene un «pacto inmoral» en el Gobierno de Nafarroa.

Ezparza ha denunciado las «actitudes fascistas enseñadas en las herriko tabernas» y ha opinado que en Altsasu «sobran los fanáticos, los que agreden, lo que no respetan a los demás, los que llevan la cara tapada». EH Bildu, ha agregado, «es el responsable de esta situación» y Uxue Barkos «es su cómplice».

Por su parte, la portavoz del PSN, María Chivite, ha rechazado «la utilización política que se está haciendo del caso Alsasua» por parte de Ciudadanos, PP y UPN, pero también «por parte de los grupos nacionalistas», que actúan «como si toda la población de Alsasua pensara absolutamente lo mismo».

Chivite ha mostrado su apoyo a la Guardia Civil, pero ha censurado «la utilización de la derecha extrema y del nacionalismo del caso Alsasua» y ha pedido al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que «deje de jugar a confrontar».

Tras asegurar que Ciudadanos «no nos puede dar lecciones al PSN ni al PSOE absolutamente sobre nada», Chivite ha afirmado compartir las declaraciones del portavoz socialista en el Senado.

La parlamentaria de Izquierda-Ezkerra Marisa de Simón ha señalado que la declaración institucional del PP «relata unos hechos que no sucedieron», ya que «claro que hubo tensión, pero no agresiones ni se tiraron piedras».

De Simón, quien ha apuntado que «el pueblo de Alsasua respondió de forma pacífica» a este acto, en el que «PP y Ciudadanos fueron de la mano de la extrema derecha a provocar», ha expresado su solidaridad con los guardias civiles de la pelea de hace dos años, pero ha rechazado una declaración institucional que «pretende seguir hurgando y provocando, dando una imagen del pueblo de Alsasua que no es real».

Laura Pérez, parlamentaria de Orain Bai en el grupo de Podemos-Orain Bai, ha considerado que el PP ha presentado esta declaración después de «no haber encontrado en el acto del domingo la violencia que buscaban» y ha felicitado al pueblo de Altsasu por dar una respuesta «pacífica y democrátrica» ante «una invasión y una provocación brutal» que solo tenía «fines puramente electoralistas».

La parlamentaria, quien ha indicado que los convocantes de este acto y quienes lo apoyaron «van de víctimas», ha criticado a «una derecha a la que cada vez se le está dando más publicidad, que no respeta a sus adversarios» y ha instado a hacer «una reflexión profunda de las causas del ascenso de la ultraderecha».

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha puesto de relieve en ese sentido la existencia de «una carrera entre las derechas a ver quién es más derecha» y ha aseverado que Ciudadanos, PP y Vox fueron ayer a Altsasu a «poner esa pica en Flandes» y después, «con la misma velocidad a la que vinieron, se marcharon», porque «no tienen ninguna raíz» en esta localidad.

Araiz ha manifestado que ayer Altsasu «se utilizó como si fuera un decorado de un acto político provocador y absolutamente insultante», aunque, «por encima de todas estas provocaciones», en la localidad se dio «una respuesta digna y absolutamente firme».

Koldo Martínez, portavoz de Geroa Bai, ha criticado «las mentiras que se han reproducido hasta la náusea» sobre lo sucedido ayer en un acto que «acabó sin desórdenes públicos» y en el que se pudo ver «un ejercicio de ciudadanía democrática, de madurez política, frente a los partidos y grupos que querían hacer en Altsasu un foco de confrontación».