
La cuidada programación, compuesta por once compañías provenientes de diez países diferentes (Euskal Herria, Catalunya, Andalucía, Aragón, Italia, Israel, Argentina, Grecia, Austria y Hungría), con espectáculos de «recorrido mundial», en definición de los organizadores, es la principal de las herramientas con las que el nuevo equipo –que por segundo año dirige este festival creado y dirigido durante tanto tiempo por Concha de La Casa- cuenta para la consecución de los objetivos antes citados.
«Este es el Festival de la colaboración.De la colaboración con otros festivales –como Titirijai y el Topic de Tolosa-, con profesionales, con la administración. Colaboración que no es solo apoyo económico, que también es diálogo y es necesaria para llevar este proyecto a otros espacios y a otros públicos: aunque el teatro Campos Elíseos sea la columna vertebral, el centro físico del Festival, este también se va a desarrollar en los centros cívicos de Deustos, Rekalde y Otxarkoaga, además de Pabellón 6 (en la Ribera de Deusto) y Harrobia, también en Otxarkoaga», manifestó Josu Kamara, miembro del grupo organizador.
De hecho, aunque el teatro Campos Elíseos acogerá las funciones de tarde dirigidas al público en general, abrirá sus puertas por las mañanas a las escuelas de Bilbo: «Nuestra intención es, saliendo a escuelas y barrios, abrirnos a nuevos públicos y, al mismo tiempo, devolver a la ciudadanía las ayudas económicas concedidas por las instituciones», subrayó Juanjo Corrales.
En este sentido, Koldo Vio, miembro de la organización, quiso agradecer el apoyo de las instituciones, del teatro Campos, de Harrobia, de Pabellón 6 y de todo agente cultural que entiende que «el diálogo es necesario y todo este trabajo está destinado a la ciudadanía».
La plaza de Arriaga, primer escenario
Hoy, a las 17.00, abrirán las puertas dos teatros móviles situados en el lateral del teatro Arriaga, algo que en opinión de Koldo Vio, miembro de la organización, «dará visibilidad al Festival y contribuirá al acercamiento con la ciudadanía».
Son dos teatros y dos compañías; un autobús y un camión; dos generaciones de una misma familia: Girovago y Rondella y Dromosofistas, que presentarán dos espectáculos diferentes, ‘Manoviva’ y ‘Antipodi’, que, en palabras de Juanjo Corrales, ‘son dos joyitas’. Utilizan técnicas muy diferentes. Una, ‘Manoviva’, es del género de títeres de dedos, «algo muy divertido y poético, muy cercano al espectador, tanto que te hace sentir dentro del mismo», aseguró Corrales. La otra, ‘Antipodi’, «es un conjunto de técnicas que dan una visión poética de la vida».
Ambos son espectáculos sin palabras y de 30 minutos de duración.

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