Iker BIZKARGUENAGA
BILBO

PP y C’s pugnan por liderar el relevo mientras desde Ferraz señalan a Díaz

La derecha más extrema representada por Vox ha irrumpido con fuerza en el Parlamento andaluz, y sus votos propiciarán un cambio en el Gobierno. El PP tiene todas las papeletas para suceder al PSOE, aunque Ciudadanos no tira la toalla. Mientras, en Ferraz no han dejado pasar la ocasión de señalar a Susana Díaz, la gran rival de Pedro Sánchez.

Con el PSOE en estado de shock, una de las primeras consecuencias del batacazo electoral ha sido encender el debate sobre el liderazgo de Susana Díaz en la federación andaluza. Así, la Ejecutiva Federal abrió ayer la puerta a su dimisión, en caso de que fuera necesario para garantizar la gobernabilidad y restar influencia a Vox. «Todos tenemos asumido que nuestro papel está subordinado al éxito de nuestro proyecto político, y con generosidad todos estamos a disposición de la organización», afirmó el número tres del partido, José Luis Ábalos, tras la reunión que mantuvo la comisión permanente del Comité Electoral para analizar los resultados.

Anunció que la dirección federal se va a «implicar absolutamente» tanto en el proceso para intentar gobernar en Andalucía como en el de la «necesaria regeneración» del PSOE andaluz, y pidió a Ciudadanos que diga si quiere volver a pactar con ellos «o pretende embarcarse en la aventura con la extrema derecha». No parece que esa pregunta vaya a ninguna parte, ya que ni C’s ni el PP van a hacer ascos al voto de Vox para gobernar. Pero el mensaje ya ha sido lanzado a la línea de flotación de quien rivalizó con Pedro Sánchez para liderar el partido.

Por si acaso, y preguntada por si había pensado en dimitir, Susana Díaz aseguró que si hubiera perdido lo habría hecho, pero insistió en que ha ganado las elecciones. A partir de aquí, expuso que el resto tiene ahora la «responsabilidad» de evitar que el futuro gobierno dependa de Vox y apostilló: «Yo no voy a hacer dejación de mis funciones».

Sabe sin embargo que son declaraciones de cara a la galería, ya que desde el instante en que se conocieron los resultados todo el mundo sumó los 59 escaños del PP, C’s y Vox, sin valorar la opción de poner veto alguno al partido de Santiago Abascal, como sí ocurre en otros estados europeos con la ultraderecha.

PP: Peor pactar con Podemos

En este sentido, Pablo Casado rechazó las advertencias del PSOE, ya que, argumentó, la formación de Sánchez se apoya «en el partido más radical de la democracia española», en referencia a Podemos. De esta forma, el presidente del PP valoró que con Vox pueden alcanzar acuerdos en materia de impuestos, de respaldo a las fuerzas de seguridad del Estado, en defensa de la unidad española, y que también comparte la necesidad de reforzar algunas competencias del Estado, aunque no la supresión de las autonomías.

En los mismos términos, el líder del PP andaluz, Juanma Moreno, instó a Susana Díaz a que no se agarre a «un clavo ardiendo» buscando «pactos imposibles», y pidió a C’s y Vox que no hagan «cálculos electorales» y que se avengan a pactar con él.

Pero en Ciudadanos también ven opciones de ser ellos quienes piloten el barco. Su secretario general, José Manuel Villegas, reclamó al PSOE y al PP que «no bloqueen» un gobierno «limpio, nuevo y renovado» liderado por su formación. Villegas, que no descartó ningún escenario –tampoco uno en que Vox «tenga la llave»–, apuntó que «no será fácil estructurar el cambio», pero aseguró que lo conseguirán. «Habrá un nuevo gobierno donde no estará ni el PSOE ni Susana Díaz», adelantó.

Y mientras tanto, Santiago Abascal garantizó que su formación «nunca será obstáculo» para una mayoría alternativa «a la corrupción socialista y al comunismo chavista que estaba dirigiendo la política andaluza».

Preguntado por las condiciones que exigiría para investir al candidato del PP, afirmó que ellos no están «para investir a nadie, sino para defender ideas y apoyar un programa», que resumió señalando que «el Estado de las Autonomías ha fracasado; hay que recuperar competencias desde el Estado en sanidad o educación; y hay que derogar leyes ideológicas en los Parlamentos regionales, como la Ley de Violencia de Género o la Ley de la Memoria Histórica».

Esa es la hoja de ruta del ultra amurrioarra, que PP y C’s asumirían para gobernar en Andalucía y esperan que pronto en Madrid. De momento, Casado instó a Sánchez a convocar elecciones, mientras el presidente esperará a la reunión de la Ejecutiva Federal, hoy, para marcar posición. Ayer se limitó a escribir un tuit asegurando que «los resultados en Andalucía refuerzan nuestro compromiso de defender la Constitución y la Democracia frente al miedo».

 

Otegi plantea alianza antifascista y Ortuzar pide iniciativa al PSOE

El escenario que se abre en el Estado ante el afianzamiento de la derecha condujo ayer a Arnaldo Otegi a proponer una «alianza antisfascista» basada en la defensa del «derecho a decidir». En una rueda de prensa donde estuvo acompañado por otros dirigentes de EH Bildu para llamar a la la manifestación de este jueves, día 6, en Bilbo [más información en la página 11], el coordinador general de esta formación llamó la atención sobre el hecho de que se esté «poniendo el foco» en la formación que lidera Santiago Abascal «como si el resto de las derechas estuviesen en posiciones más razonables y mucho más de centro», cuando, apostilló, en los temas básicos PP, C’s y Vox «no piensan diferente».

Destacó al respecto que los tres partidos comparten planteamientos respecto a la negación del derecho a decidir, la aplicación del artículo 155, la política de inmigración y los derechos de las mujeres, y que es el conjunto de la derecha la que está planteando una «contrarreforma».

Por su parte, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, pidió a los partidos que apoyaron la moción de censura a Mariano Rajoy que tomen «la iniciativa» política «desde el progresismo» y a favor de «otro modelo de Estado». «Si no, la derecha avanzará a costa de esos avances de construir una sociedad más justa y democrática y de un nuevo modelo de Estado», advirtió en entrevista en ETB.

Por contra, desde Nafarroa, y desde el mismo espectro ideológico que los protagonistas de la noche electoral, el presidente de UPN, Javier Esparza, dijo que los resultados de Vox en Andalucía son «una reacción ante los radicales» de Catalunya. «Es la reacción a esos radicales, a esa radicalización de la política que se viene haciendo desde Catalunya por partidos independentistas, rupturistas», insistió.

Por su parte, la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán, declaró que el resultado en Andalucía es «un soplo de esperanza» para todos los que desean un cambio en los gobiernos del Estado y de Nafarroa. Y la secretaria general del PP de la CAV, Amaya Fernández, defendió que su partido pueda alcanzar un acuerdo con Vox.GARA

 

Puigdemont, Torra, JxCat, ERC y CUP tejen una estrategia conjunta

La situación política catalana ha sido casi el principal tema de debate en las elecciones andaluzas, y precisamente el domingo, día de los comicios, con el juicio contra el «procés» a la vuelta de la esquina y los presos políticos Jordi Sánchez y Jordi Turull en huelga de hambre –a los que se les han sumado Josep Rull y Joaquim Forn esta pasada medianoche–, Carles Puigdemont, Quim Torra y sendas delegaciones de JxCat, ERC y la CUP se reunieron en Bélgica para tratar de definir una estrategia conjunta, según informó ayer Europa Press.

El encuentro sirvió para hacer un repaso general de la situación actual, además de seguir trabajando para poner los mimbres de una hoja de ruta común, según indicaron fuentes conocedoras del encuentro a la citada agencia.

Desde TVE3 informaron de que aparte de Torra y Puigdemont estuvieron presentes, por parte de ERC, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, y el líder de ese partido en el Parlament, Sergi Sabrià, mientras que en representación de JxCat acudieron la consellera de presidencia, Elsa Artadi, y el portavoz parlamentario, Albert Batet. De la CUP participaron en la reunión el diputado en el Parlament Carles Riera, la exparlamentaria Mireia Boya y la concejal en Barcelona Eulàlia Reguant. Además, estuvieron presentes representantes de la ANC y Òmnium Cultural.

En el encuentro se abordaron también los pormenores del juicio al que deberán enfrentarse en breve varios líderes soberanistas encausados. Las formaciones independentistas están en contacto asimismo para «coordinar las acciones para acompañar» la huelga de hambre.

La reunión del domingo no ha sido la única cita mantenida estos días en la capital belga, ya que el president del Parlament, Roger Torrent, llegó ayer para encontrarse con la delegada de la Generalitat, Meritxell Serret, además de con Puigdemont. Desde allí, llamó la atención sobre los resultados en Andalucía señalando que el ascenso de la extrema derecha «afecta a todos e interpela a los demócratas españoles, a los que les ha explotado en los morros». Torrent desvinculó el ascenso de Vox de la situación catalana, y dijo que la culpa de los votos conseguidos es «de los que no han parado los pies a la extrema derecha».GARA