Joseba VIVANCO

Entre Undiano y el VAR, vaya par

Serio y competido partido de los rojiblancos, que se adelantaron en el marcador y maniataron el potencial ofensivo del Villarreal, hasta que un empate protestado y un gol anulado a Williams por un más que dudoso fuera de juego previo, les privó de los tres puntos.

VILLARREAL 1

ATHLETIC 1

 

«Dios estaba de nuestro lado, pero el árbitro era francés».

Hristo Stoichkov

23 de febrero de 2013. Derbi ante la Real Sociedad, un jovencito Iker Muniain ve la tarjeta amarilla y se pierde el próximo partido contra Osasuna. Al acabar el choque, el rojiblanco, con quien cada vez que hablaba subía el precio del pan, denunció: «Ya sabemos por qué me ha sacado la tarjeta. Ya sabemos de dónde es Undiano Mallenco y contra quién jugamos la semana que viene. Si te paras a pensarlo, encuentras explicación». El hecho es que, según los atinados datos de la @DatAthle, el ínclito Undiano Mallenco, con el de ayer, ha pitado a los bilbainos 16 partidos lejos de San Mamés y no han ganado ni uno. El primero podía haber sido este domingo, pero dos discutibles decisiones suyas, respaldadas por el tan necesario como cada vez más polémico por méritos propios VAR, privaron al Athletic de un triunfo que le hubiera aupado en la tabla y distanciado con respecto a los equipos de la cola.

Un punto que sabe a poco. Sobre todo porque si alguien mereció llevarse algo más que su rival ese fue el conjunto vasco. Un equipo, de nuevo, sólido, sacrificado, solidario, especialmente en su faceta defensiva, al punto de que apenas sí concedió la jugada de peligro que acabó en el tanto levantino. Fue un desajuste atrás pero precedido de una mano al inicio de la jugada local que el trencilla ni el videoarbitraje quisieron señalar tras el suspense y protestas bilbainas de turno. Fue todo lo que dio de sí en ataque un Villareal que acabó jugando con casi toda su artillería arriba pero al que el Athletic, ya con el empate en el marcador y a falta de veinte minutos, le encaró, se fue a por el segundo sin miedos y a punto estuvo de lograrlo si ese gol de Williams casi sobre la línea de meta no hubiera estado condicionado por ese fuera de juego que el árbitro le señaló al asistente Yuri. Entró en liza el VAR y tras unos minutos de incertidumbre reflejado en las caras de los 22 protagonistas, determinó que estaba bien anulado cuando las imágenes parecían situar al lateral rojiblanco en posición reglamentaria al dar el pase. Error manifiesto o no, el excolegiado Eduardo Iturralde se quejaba de que «el VAR tiene que enseñar cuál es la línea y cuál es la jugada por la que señalan fuera de juego. Que salga la línea y que digan ‘con esto hemos pitado esto’. Verás cuando los equipos se jueguen el descenso en últimas jugadas la que se puede liar». El hecho es que el gol fue anulado y el Athletic se quedó compuesto y sin tres puntos.

Soberbio trabajo defensivo

Empate que sabe a poco. Los de Gaizka Garitano tuvieron la victoria en la mano, hasta ese minuto 70 en el que en una rápida basculación de los amarillos, Ibai Gómez –cambiado al instante por De Marcos– se despista de su par, Pedraza, quien asiste para que Ekambi empuje a la red. En el inicio de la larga jugada Iborra había tocado el balón con la mano, pero Undiano Mallenco no atendió las airadas quejas bilbainas. Despiste encadenado que dio al traste con el impecable trabajo defensivo, y la vez anestesiador del juego levantino, que firmó el Athletic.

El técnico de Derio puso en liza el once previsible y que empezamos a conocer de memoria, con la novedad de Ibai Gómez por delante de Capa. El exarmero fue uno de los destacados del juego de los leones pero de igual manera que rubricaron una excelsa actuación hombres como Iñigo Martínez, estelar ayer, Yeray, Yuri, estajanovista Córdoba, implicadísimo Muniain, y arriba, en solitario, un Williams que con sus últimas apariciones se ha ganado, como se comprobó viendo a la zaga amarilla, el respeto de las defensas rivales.

Un Athletic que salió concentrado, serio atrás, con la orden de no perder balones en zonas de riesgo y tirando de un balón en largo que generó un aislado golpeo de Ibai Gómez al palo. El hecho es que el Villarreal no iba a rematar, y fuera, hasta el minuto 50 de partido. Como los kioskos a la hora de comer, que llevan el cartel de ‘Cerrado’, así era el entramado del Athletic. Encuentro sin espacios, sin ocasiones por ninguno de ambos contendientes, tanto que el gol con el que se adelantaron los rojiblancos tuvo que ser en propia puerta, de Jaume Costa, a pase perpendicular al área pequeña de Yuri, prolongado por otro tan o más bueno de Córdoba. No pasó nada más en esos primeros cuarenta y cinco minutos, con una buena presión visitante en la línea de tres cuartos levantina y cemento armado detrás.

Un ansioso Villarreal obligado apretó a vuelta de vestuarios, primeros minutos de agobio rojiblancos, pero de nuevo el Athletic ajustó líneas y ayudas, un cabezazo flojo de Yeray, un remate de Córdoba tras una buena incursión de Williams y ese empate en un despiste atrás. Garitano metió a San José y De Marcos, la entrada del navarro se notó para bien en ataque, el Athletic, lejos de defender el puntito se fue directo a por los tres puntazos. Le faltaron unos centímetros a Muniain para cabecear un centro en boca de gol y los mereció en ese tanto anulado que pudo subir al marcador. No fue así y los leones se vinieron del Estadio de la Cerámica fastidiados, pero dejando otra meritoria actuación. No solo demostraron ser compactos, competitivos o haber ratificado su solidez defensiva, sino que llamó la atención ese querer final de ir a por el triunfo, aunque fuera a última hora y no antes. Como dijo cierto entrenador, «si hablo del árbitro le quito el foco a mis jugadores». Y, ayer, los rojiblancos volvieron a brillar.

 

«En caliente qué voy a decir, igual me sancionan...», valoró Garitano el arbitraje

«En caliente qué voy a decir, igual luego me sancionan... Ese gol ya no nos lo van a dar. Solo nos queda irnos para casa». Gaizka Garitano se mostraba no solo resignado sino que se mordía la lengua para no excederse en sus comentarios sobre el arbitraje de Undiano Mallenco. «Ha habido dos jugadas claves, unas manos justo antes del gol de ellos y luego el gol nuestro, hay imágenes... Por lo que me dicen ha sido gol, pero prefiero valorar el partido. No sabemos porqué se anula el gol, pero sí que ha habido jugadas clave, clave, clave y es difícil hacer un análisis del partido sin esas jugadas», no pudo evitar contextualizar el encuentro. Prefirió hablar del partido de los suyos, para reconocer que estaba «contento por el trabajo, seguimos sumando en un campo difícil, nos ha costado, pero hemos acabado el partido arriba, cerca de hacer gol, seguimos bien, pero hoy no hemos tenido ese pelín de...». El de Derio insistió en que «hemos sumado en un campo difícil, te exigen hacer un trabajo enorme en defensa, y hemos trabajado muchísimo. Al final nos hemos soltado pero no hemos podido aumentar el marcador. Pero el equipo sigue sólido, sumando. Estoy muy orgulloso del trabajo de los jugadores, porque el Villarreal, insisto, te exige mucho, es una pena que con el balón hacemos pérdidas sencillas de balón de mitad de campo adelante, pero la entrada de ‘Sanjo’ nos ha dado más en ataque y en los últimos minutos rondábamos el segundo». Destacó que «no nos hacían ocasiones y cuando han empujado tampoco. Hay que valorar el punto. Cuando estás abajo un equipo no pasa fácil de no ganar nunca a ganar siempre».J.V.