Imanol Carrillo

El Barça del imperial Leo Messi toma ventaja en su semifinal frente al Liverpool (3-0)

Un gol de Luis Suárez tras maravilloso pase de Jordi Alba y dos de Messi, el segundo estratosférico de falta directa, han desenfrascado un encuentro muy veloz y con muchísima tensión sobre el césped del Camp Nou. La vuelta, la próxima semana en Anfield. [Estadísticas del partido]

Un gol de Suárez, que no marcaba en Champions desde abril de 2018, da ventaja al Barça (Josep LAGO/AFP)
Un gol de Suárez, que no marcaba en Champions desde abril de 2018, da ventaja al Barça (Josep LAGO/AFP)

Intensidad, velocidad, nervios, tres golazos y aún con el choque de vuelta por jugar en Anfield. ¿Qué más se le puede pedir a una semifinal entre Barcelona y Liverpool? Poco más. O nada.

Y es que el duelo ha sido veloz, disputado a una velocidad endiablada que ha pillado de sorpresa al Barça. Los culés eran incapaces de sacar la pelota jugada desde atrás, en gran medida porque el Liverpool presionaba muy bien la salida de balón local.

Una de las primeras sorpresas ha llegado en el once del Barça, en el que Arturo Vidal ha arrebatado el puesto en la medular a Arthur Melo. Ernesto Valverde ha apostado por un jugador más agresivo y con más llegada que el mediocentro brasileño. En la delantera, Txingurri ha situado a Leo Messi y a los ex jugadores Reds Luis Suárez y Coutinho.

Pero en el Liverpool también ha habido un cambio destacable en el once, ya que Wijnaldum ha sido titular en lugar de un Roberto Firmino que el martes entrenó con normalidad después de superar unas molestias en el abductor. En este caso, Jürgen Klopp no se la ha jugado y ha dejado descansar al atacante brasileño por si lo necesitaba en otro momento más importante.

A quien no ha dejado descansar ha sido a Virgil van Dijk, el recién nombrado jugador de la temporada en la Premier League. El central del Liverpool ha tenido que lidiar con Messi y Suárez, este último antiguo compañero en el Groningen.

Sin embargo, Salah por su banda derecha, y Mané, cuando salía fuera de su entorno a recibir a la banda izquierda, han hecho muchísimo daño a Lenglet y Piqué. Pero la lesión de Keita en el minuto 20 ha trastocado los planes de Klopp, que ha tenido que sustituirlo por Henderson, que ha pasado a la banda derecha.

Y por ahí ha comenzado a llegar el peligro del Barça, por la banda de un Jordi Alba que ha desatascado el panorama con un genial pase entre líneas para que Luis Suárez se echase con todo al suelo y marcase su primer gol en esta Champions League. El charrúa no anotaba desde abril de 2018, en la ida de cuartos ante la Roma cuya portería defendía... un tal Alisson Becker, ahora en el Liverpool.

El lateral zurdó culé ha seguido haciendo daño por su banda, mientras Messi bajaba a la defensa para ayudar a su equipo y llevarse una de las ovaciones de la noche al sacar con muchísima calidad la pelota de una zona imposible en la defensa.

Los Reds, mientras tanto, han seguido a lo suyo, sin venirse abajo. Y Sadio Mané ha tenido el empate en sus botas, pero el delantero ha disparado alto solo ante Ter Stegen.

El encuentro se ha calentado en los últimos minutos de la primera parte, con varias faltas a Messi y un Suárez intimidando a los rivales antes de irse a vestuarios.

Gran Ter Stegen; imperial Messi

Un rodillazo en la espalda de Matip al delantero charrúa al comienzo de la segunda parte parecía que el calentamiento seguiría, pero la cosa no ha ido a más.

Quien sí ha ido a más ha sido Mohamed Salah. Ha seguido volviendo loco a la defensa, aunque se ha encontrado con un mejor Ter Stegen. Primero, una jugada del egipcio ha acabado en las botas de Milner y su disparo lo ha detenido el guardameta, con muy poca visión. Después, el alemán ha enviado a corner un disparo del propio Salah. Y en un tercer intento del Liverpool, ha atajado un disparo centrado de Milner tras una excelente jugada de los ingleses.

Pero aún faltaba alguien por aparecer. Y ese no era otro que Leo Messi. Ha anotado el 2-0 a puerta vacía al aprovechar un rechace en el larguero de Suárez en una jugada que ha comenzado el argentino. Además, se ha dirigido a la grada para pedir al público que animase y no pitase.

Pero lo mejor estaba por venir en el 82, cuando ha puesto el balón en la mismísima escuadra tras una falta directa, ha cumplido la amenaza que entendió Jürgen Klopp cuando a principio de temporada el argentino dijo que este año quería la 'orejona' y encamina al Barça a una nueva final. Los locales incluso han podido marcar algún gol más. Aún espera Anfield, donde los Reds «nunca caminan solos».