Después de que UCAM Murcia superase a Unicaja, el partido de Delteco Gipuzkoa Basket en la cancha de Montakit Fuenlabrada se había convertido en una finalísima. En caso de ganar, los donostiarras darían un paso adelante, convirtiendo de paso la zona baja de la Liga ACB en un embrollo tremendo, pero condenando a Estudiantes a los puestos de descenso después de su derrota en la cancha de Valencia Basket; de perder, el descenso donostiarra estaría casi cantado. Y después de que Paco Cruz haya anotado el definitivo 70-69 a dos segundos del final, ese descenso parece ya cantado, salvo que los donostiarras obren un pequeño milagro, o dos, en los siguientes partidos ante el Barcelona ewn el Palau Blaugrana y el Real Madrid en Illunbe.

Los fanáticos del fútbol se han solazado a lo largo de la semana enseñando al resto de deportes la verdad de la vida después de ver las remontadas del Liverpool y del Tottentham, al parecer ignorantes de que volteretas así son bastante más frecuentes y todavía más emocionantes en otras especialidades, como es el baloncesto. Una voltereta que se ha visto por partida triple en el último minuto del polideportivo Fernando Martín, primero con un triple de E. J. Rowland que ha puesto el 68-66, dejando en nada un gran último cuarto de Gipuzkoa Basket, que ha tenido a los fuenlabreños contra las cuerdas tras adelantarse 54-63. Pero Nick Zeisloft, traído en calidad de tirador de larga distancia, ha asomado para, a falta de 18 segundos, encestar un triple para poner el 68-69 y con la congoja haciendo nudos marineros a «Jota» Cuspinera y sus muchachos. Pero es que es eso, aún faltaban 18 segundos en el contexto de un final de partido desesperante con la mesa de anotación y su control del tiempo. Para más inri, el mexicano Paco Cruz, curtido en batallas de este pelaje desde que levantaba dos palmos del suelo, ha vuelto a asumir la responsabilidad y, colándose por en medio de la zona donostiarra, ha colocado el 70-69 a falta de dos segundos, un tiempo insuficiente para hacer nada, porque el saque a la desesperada de Dani Pérez lo han cortado los rivales, para jolgorio de un Fernando Martín que ha podido celebrar la matemática permanencia de su equipo. Y como dijo en su día Fernando Arcega, lo malo no es perder, sino la cara de tonto que se te queda.

Pero toca seguir adelante. Delteco Gipuzkoa Basket no ha jugado bien, como tampoco lo ha hecho el Fuenlabrada, ambos conocedores de la recompensa que iba a traer la victoria y el castigo de la derrota. Quizá por ello, quizá por la defensa tan dura que ha impuesto su rival, les ha costado un triunfo entrar en anotación a Burjanadze y Dani Pérez, siendo Garret Nevels el encargado de llevar el peso anotador. De hecho, después de un discreto primer cuarto, los de Valdeolmillos han tenido hasta 12 puntos de diferencia, aunque el Fuenlabrada, con Rupnik y Kravtsov asumiendo la responsabilidad, han enjugado su desventaja hasta llegar al receso con un 35-38 en el marcador.

Balancín infernal

Los locales han salido del vestuario con ímpetu arrollador, al punto de que los donostiarras se han visto claramente por detrás, perdiendo 50-43. Mouhammed Barro, Burjanadze y Rebec se han conjurado para volver a poner a GBC por delante, en el arranque de lo que ha sido un balancín infernal, con continuos cambios de liderato.

Después de llegar al final del cuarto con un 54-55 en el marcador, Gipuzkoa Basket se ha escapado con un parcial de 0-8, pero el Fuenlabrada se ha agarrado al tino de Rupnik, Cruz y Kravtsov para llegar vivo al final de partido y dejar la suerte de Gipuzkoa Basket en manos de su capacidad de hacer milagros.