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Javier Maroto, elegido por los pelos senador por Castilla y León

Con 40 votos a favor (PP y Cs), 39 en contra, una abstención y un nulo, el exalcalde de Gasteiz Javier Maroto ha sido elegido senador por Castilla y León. Preguntado por su disposición sobre Trebiñu, ha anunciado que será de «respeto a la legalidad y el ordenamiento territorial que existe».

Tras perder el escaño en Araba ante EH Bildu, el exalcalde de Gasteiz fue señalado como responsable por su partido en las elecciones del pasado abril. (Ihana IRIONDO/FOKU)
Tras perder el escaño en Araba ante EH Bildu, el exalcalde de Gasteiz fue señalado como responsable por su partido en las elecciones del pasado abril. (Ihana IRIONDO/FOKU)

Tras agradecer su elección al PP y al líder de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, que han sumado los votos suficientes (40) para superar los sufragios contrarios del PSOE, Podemos y Unión del Pueblo Leonés (39), Javier Maroto se ha remitido a las palabras pronunciadas por el líder de su partido, Pablo Casado, para defender su designación, en el sentido que da igual dónde haya nacido, sino que lo importante es defender una misma bandera.

Maroto ha negado que la percepción negativa de los ciudadanos acerca de la política se deba a casos como este, en referencia a su designación pese a tener una nula vinculación con Castilla y León, y ha argumentado que se debe «a muchas razones», como el «espectáculo del PSOE» al votar hoy en contra de sus candidatos y a «los casos de corrupción» del PP y de otras formaciones.

El exalcalde de Gasteiz ha defendido hasta ahora que Trebiñu «tiene que ser Álava» y que su anexión a la CAV debía impulsarse a través de una Ley en el Congreso. Al ser preguntado por su posición sobre el tema, ha indicado que será de «respeto a la legalidad y el ordenamiento territorial que existe».

Maroto fue descabalgado primero de la Alcaldía de Gasteiz, después perdió el escaño en Madrid y más tarde fue cesado como jefe de campaña del PP. El anuncio de su posible designación como senador autonómico por Castilla y León no había dejado indiferente a nadie. El PP de Castilla y León habló de «orgullo»; el PSOE, de «bochorno».