«No(s) futur(s)» es el lema del encuentro que arrancó ayer y concluye hoy. Un guiño al movimiento punk que estalló hace 40 años y a su contestación del orden establecido [“No futur”, “No hay futuro” en inglés”], pero también un mensaje de esperanza que quieren lanzar los empresarios galos [“Nos futurs”, “Nuestro futuro” en francés].

«El ideario liberal no ha quedado obsoleto pero debe reinventarse, como lo ha hecho hasta ahora. Nos corresponde a nosotros proponer soluciones», comentó el martes el presidente de la primera patronal francesa, Geoffroy Roux de Bézieux, a través de las redes sociales.

La cita de la rentrée del Medef ha dejado el campus de HEC (Escuela de Estudios Superiores de Comercio) en Jouy-en Josas, donde se venía haciendo desde 1999, por el hipódromo de París-Longchamp, cuyo nuevo y flamante edificio ha sido construido siguiendo las últimas normativas medioambientales.

Los patronos han sido invitados a «preocuparse por los problemas que afectan a la sociedad en Francia y en el ámbito internacional, que quizás no afecten a diario a sus negocios pero que sí tendrán impacto en ellos en los próximos años».

Tras la polémica suscitada a principios de verano por la invitación a una mesa redonda sobre los populismos a Marion Maréchal, figura de la extrema derecha política, el presidente del Medef quiere «restaurar el dinamismo» del evento con un «regreso a las fuentes», con debates abiertos y contradictorios.

Roux de Bézieux tenía previsto abrir el programa con un discurso centrado, de entrada, en el futuro del capitalismo, «en un periodo muy particular post-G7, con el Brexit de actualidad», antes de seguir «más con los pies en la tierra» con las pensiones, la fiscalidad y el desempleo.

Sobre las pensiones, el jefe de la patronal dijo sentirse «sorprendido por el método» elegido por Emmanuel Macron tras 18 meses de concertación. El presidente anunció el lunes que prefiere actuar sobre la duración de la cotización antes que sobre la edad de jubilación.

Básicamente, no intervenir en el límite de edad es «mentir por omisión a los franceses» cuando se avecina «un punto muerto presupuestario en 2025» para mantener el equilibrio financiero del sistema, comentó a los micrófonos de France Inter.

«Nos tememos que se trate de una maniobra dilatoria con el telón de fondo de las preocupaciones electorales en la proximidad de las elecciones municipales», añadió Patrick Martin, presidente delegado del Medef.

Buena sintonía con Macron

No obstante, en términos generales la sintonía entre la patronal y el presidente de la República es buena. «No tenemos de qué quejarnos», señaló Martin.

«En los últimos cuatro años, las empresas han adoptado ciertas medidas: el pacto de competitividad y las Ordenanzas del Trabajo», resumió Roux de Bézieux en la cadena BFM, saludando también las exenciones de impuestos.

Sin embargo, el Medef no baja la guardia ante los arbitrajes del presupuesto que prepara el Gobierno para el próximo año.

Tras la crisis de los “chalecos amarillos”, «el Estado ya no tiene los medios para (implementar) su política: los 17.000 millones distribuidos han sido a crédito. No deberían recuperarse a costa de las empresas en un momento en que la economía se desacelera», advirtió Martin.

La Amazonía, uno de los temas estrella de la cumbre de Biarritz, estará representada por el jefe indio Almir Narayamoga Surui, mientras que empresas francesas firmantes de una declaración sobre el clima harán balance de los compromisos que tomaron a finales de 2017.

El tema de las desigualdades será analizado en varios debates desde distintos ángulos: «obsesión francesa», pobreza, hombres-mujeres, desigualdades territoriales –con una de las pioneras del movimiento de los “chalecos amarillos”, Jacline Mouraud– o sanidad.