Dabid Lazkanoiturburu

Los kurdos acusan a Ankara de usar armas prohibidas en su ofensiva contra Rojava

La Administración de Rojava (Kurdistán sirio) ha denunciado que el Ejército turco está usando fósforo blanco y napalm en sus bombardeos para conquistar la ciudad kurda de Serekaniye. Ankara prosigue con su ofensiva, que está generando una gravísima crisis humanitaria, pero muestra su disposición a frenarla si Rusia «cumple su promesa de eliminar de la región» a las milicias kurdas.

Soldados sirios izan la bandera del régimen en la ciudad kurda de Kobane. ( AFP SANA)
Soldados sirios izan la bandera del régimen en la ciudad kurda de Kobane. ( AFP SANA)

Los responsables del Gobierno autónomo y democrático de Rojava, en el norte de Siria, han acusado a Turquía de recurrir a armamento no convencional y prohibido por la legislación internacional, como el fósforo blanco o el napalm, en su ofensiva contra la ciudad de Serekaniye (Ras al-Ain en árabe).

«En violación flagrante del derecho y de los tratados internacionales, las agresión turca está utilizando todo tipo de armas», denuncia el Gobierno autónomo kurdo-árabe, que añade que «ante el fracaso evidente de su plan, (el presidente turco, Recep Tayip) Erdogan está recurriendo a armas prohibidas internacionalmente como el fósforo y el napalm».

Estas acusaciones no habían podido ser confirmadas por la agencia AFP ni por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), pero esta ONG opositora ha informado de «heridos en bombardeos que han llegado al hospital de Tal Tamr estos últimos días». Tal Tamr está situada en la periferia sur de Serekaniye y desde el martes está en manos del Ejército sirio.

Fuentes kurdas han publicado en las redes sociales un vídeo que muestra a niños con graves quemaduras que, según un médico de Hasaka, podría corroborar el uso de ese tipo de armamento.

«Apelamos a las organizaciones internacionales a que envíen equipos para examinar a los heridos, porque nuestras instalaciones médicas no disponen de expertos tras la retirada de las ONGs a causa de la invasión turca», ha denunciado Mustaphah Bali, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), coalición kurdo-árabe del norte de Siria.

La denuncia coincide con el avance del Ejército turco y su infantería, formada por rebeldes sirios a sueldo, sobre Serekaniye. El opositor OSDH asegura que Ankara, que ya tiene en sus manos la ciudad fronteriza de Tal Abyad, controla ya «la mitad de la localidad» de Serekaniye. Todo ello pese a la feroz resistencia de las FDS, que aguantan luchando desde una red de túneles y trincheras.

Pese a su ofensiva sobre Serekaniye –los kurdos han denunciado dos bombardeos contra el único hospital de la ciudad y han pedido la apertura de un corredor humanitario para evacuar a las decenas de muertos y heridos y a los miles de civiles atrapados–, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, se ha mostrado abierto a considerar el final de su ofensiva tras asegurar que Rusia habría prometido a Turquía que se ocupará de que las milicias kurdas se retiren de las zonas cercanas a la frontera turca. «Si Rusia, acompañada por el Ejército sirio, elimina a las YPG de la región, no nos oponemos», ha declarado el jefe de la diplomacia turca.

Una delegación de Moscú, encabezada por el enviado ruso para Siria, Aleksandr Lavrentyev, se ha reunido hoy en Ankara con el portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, para tratar la situación en el noreste de Siria.