A convocatoria de Erandioko Oroimena, los y las vecinas de la localidad volverán a reivindicar verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición por las dos muertes y cientos de heridos provocados por la Policía. La cita es el domingo 27 de octubre, a las 13.00, en la plaza de Josu Murueta, en Astrabudua,

Medio siglo después, reclaman que los culpables asuman su responsabilidad, «porque no puede haber víctimas de primera y de segunda, porque ya es hora y es de justicia».

«Nunca se depuraron responsabilidades de los agentes implicados y de quienes dieron la orden de disparar, y el caso se cerró», recuerdan, denunciando que las autoridades zanjaron el posterior juicio militar diciendo que había sido «un accidente». «Los entierros fueron asediados por tanquetas y guardias civiles a caballo», añaden.

Hace 50 años, los y las erandiotarras salieron a la calle para protestar porque en su pueblo no se podía respirar. «Había días que la gente tenía que salir a la calle con un pañuelo tapándose la boca y la nariz, la ropa tendida en las ventanas se ponía amarilla y las medias de las mujeres se quemaban si se acercaban demasiado al área industrial», rememoran.

«Lucha por respirar»

En el año 1968, un año antes de las muertes de Anton Fernández y Josu Murueta, el índice de cáncer de garganta en el área metropolitana de Bilbo era el más alto de todo el Estado español. «Se trató de una verdadera lucha por respirar, una lucha por vivir», destacan.

La noche del 28 de octubre de 1969 a Anton Fernández le alcanzó una bala de la Policía franquista, y, después de 15 días en coma, murió. Durante esos días, un policía custodió su habitación.

Al día siguiente, Josu Murueta secundó, junto a miles de vecinas y vecinos, la huelga en protesta contra la muerte de Fernández y una bala en el abdomen le mató. El hospital que le atendió llamó a su mujer días después para reclamarle el coste de la atención sanitaria recibida.

Apoyo de EH Bildu

EH Bildu ha llamado a participar en el acto del domingo en Astrabudua. Además, la coalición ha lamentado la actuación del Ayuntamiento, «institución que tras años sin organizar ninguna acción conmemorativa, no ha realizado en el presente los suficientes esfuerzos requeridos para poder coordinar los actos institucionales y los vecinales que anualmente se organizan».

Los soberanistas de izquierdas inciden en que «el resultado de esta actuación es una programación institucional sin apenas publicidad, escaso público y solapamiento de actos con los organizados por la iniciativa popular». «Lo que debiera ser un homenaje de pueblo, no lo será. Una pena», lamentan.