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El Senado de EEUU absuelve al presidente, Donald Trump

El Senado de EEUU ha absuelto esta noche al presidente, Donald Trump, de los cargos de abuso de poder y de obstrucción al Congreso, después de dos semanas de juicio político, el cuarto a un presidente estadounidense. Solo un senador republicano, Mitt Romney, se ha desmarcado y ha roto la disciplina del partido en la votación del primero de los cargos, abuso de poder.

El presidente de EEUU, Donald Trump, en el discurso a la nación, en el que no se refirió al «impeachment».(Mario TAMA/AFP)
El presidente de EEUU, Donald Trump, en el discurso a la nación, en el que no se refirió al «impeachment».(Mario TAMA/AFP)

Sin sorpresas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido absuelto en el juicio político al que ha sido sometido en el Senado durante las dos últimas semanas. 52 de los 53 senadores republicanos han votado «no culpable» del cargo de abuso de poder y los 53 en el caso de obstrucción al Congreso. Los 47 demócratas se han mostrado unidos en torno a su culpabilidad.

La victoria de Trump se ha visto ensombrecida por la deserción del destacado político republicano Mitt Romney, candidato a la Casa Blanca en 2012, que se ha desmarcado del bando republicano y ha votado por la destitución de Trump.

Con la voz entrecortada ha dicho que a pesar de las presiones que a recibido se ha visto obligado a romper la disciplina del partido. «El presidente es culpable de un terrible abuso de la confianza pública. Corromper una elección para mantenerse en el cargo es quizás la violación más abusiva y destructiva del juramento que pueda imaginar», ha señalado.

«Lo que hizo fue un asalto flagrante a nuestros derechos electorales, la seguridad nacional y los valores fundamentales», ha añadido.

La Cámara de Representantes de mayoría demócrata sometió a Trump a un juicio político tras acusarlo de abuso de poder por pedir a Ucrania que investigara a su rival político Joe Biden y congelara una ayuda militar crucial para presionar al país europeo, para su propio beneficio político.

También le acusaba de obstrucción al Congreso por su negativa a permitir el testimonio de funcionarios y exfuncionarios de su Gabinete en el proceso.

El «impeachment» a Trump, en el que los demócratas habían puesto sus esperanzas de al menos dejar en evidencia el estilo político poco ortodoxo de gobernar del presidente, rayando en muchas ocasiones la ilegalidad, quedó ya abocado a un cierre desde que la semana pasada no lograran convencer al suficiente número de republicanos para convocar la comparecencia de testigos y recabar nuevas pruebas.

Los demócratas, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la cabeza, han calificado el cierre del proceso sin la comparecencia de testigos como un fraude, por considerar que impedir nuevos testimonios deslegitimaba todo el proceso.

Entre otros, los demócratas deseaban citar para que testificasen al exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, que fue destituido por Trump, y al jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, quienes estaban presentes durante la llamada en la que el mandatario presionó a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigase al exvicepresidente Biden y a su hijo Hunter.

Trump lanza su campaña

Pero lejos de forzar su renuncia, como ocurrió con Richard Nixon, y aunque el juicio dejará una mancha en la historia de su mandato al ser el cuarto presidente de la historia sometido a un «impeachment», la mayoría republicana le daba antes de la votación la tranquilidad de ser absuelto, y la oportunidad de aprovechar la sentencia para reforzar su campaña.

Si bien el cierre del juicio político no significa el fin de las investigaciones de los demócratas contra el presidente, otorga a Trump impulso en su carrera por la reelección tras un tumultuoso primer mandato.

El inquilino de la Casa Blanca suma esta absolución a un triunfalista discurso sobre el estado de la Unión que, al igual que el juicio político, ha revelado la profunda grieta política que divide a Estados Unidos.

Y junto al caos demócrata en los caucus de Iowa, con los que el partido opositor ha comenzado sus primarias, han supuesto para Trump una triple ganancia en 48 horas.