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El relator de la ONU constata un alto porcentaje de pobreza extrema en el Estado español

El relator de la ONU para la pobreza extrema ha constatado un alto porcentaje de pobreza extrema en el Estado español, en algunos casos peor que en campos de refugiados. El relator subraya la grave situación de gitanos, migrantes y mujeres, y recomienda al Gobierno subir la renta mínima, una reforma fiscal redistributiva e impulsar la vivienda social.

El relator de la ONU para la pobreza extrema, Philippe Alston. (Pierre Philippe MARCOU/AFP)
El relator de la ONU para la pobreza extrema, Philippe Alston. (Pierre Philippe MARCOU/AFP)

El relator de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston, ha constatado, tras su visita de dos semanas por el Estado español, que «hay dos Españas»: una de prosperidad y otra que es el hogar de un porcentaje muy alto de personas viviendo al borde de sus posibilidades.

«Me ha quedado claro que hay dos Españas, yo he estado de visita muchas veces aquí y he sido testigo de la prosperidad pero esta vez he visto el otro rostro, una España que es el hogar de un porcentaje muy alto de personas que están viviendo al borde de sus posibilidades», ha indicado Alston este viernes en Madrid.

Entre otros datos, ha destacado que el 26,1% de la población española y el 29,5% de los niños se encontraban en riesgo de pobreza y exclusión social en 2018. Ha destacado que estas estadísticas colocan al Estado español entre las peores posiciones de la Unión Europea.

Peor que en campos de refugiados

El relator ha indicado que en estos días ha visitado zonas «con peores condiciones que un campo de refugiados, sin agua corriente ni electricidad».

Por ello, ha pedido al Estado español que «se mire al espejo» y ha destacado que las decisiones más urgentes que debería tomar el nuevo Gobierno pasan por subir la renta mínima estatal, hacer una reforma fiscal redistributiva, así como por el impulso de la vivienda social y el control de los alquileres en las grandes ciudades.

En todo caso, ha precisado que las advertencias contenidas en su informe se refieren a los últimos diez años y se ha mostrado esperanzado por las medidas que pueda tomar el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos, orientadas hacia la justicia social.

«España, en los últimos 10 años, decidió que la mayor parte de su pobreza continuase, que se estancara. Gran parte de lo descrito se refiere al último decenio pero la gran esperanza es el acuerdo de coalición», ha añadido.

Calefacción o comida

El relator de la ONU ha explicado que durante su visita a seis comunidades autónomas le ha preocupado especialmente la situación de los trabajadores migrantes del sur, de los gitanos y de las familias que están luchando contra los desahucios.

«Muchas familias me han relatado el dilema que se les presenta cuando tienen que elegir entre tener calefacción o comida», ha señalado Alston.

A su juicio entre las más vulnerables se encuentra la comunidad gitana, tratada en algunos lugares como «escoria», como «descartados».

También abunda en su informe en la situación de los migrantes y, en concreto, de los menores migrantes no acompañados, «un colectivo desesperado que sigue siendo sometido a una prueba genital para evaluar su edad», lo que considera una barbarie.

Asimismo, ha denunciado la explotación a la que se ven sometidas muchas trabajadoras domésticas, y ha advertido de la pobreza en el mundo rural, donde ha recabado relatos de gran miseria.

«Pasmado» con los recolectores de fresa

El relator ha explicado que le dejó «pasmado» la situación de los recolectores de fresa en Huelva, que viven «como animales» mientras grandes empresas «ganan millones de euros», por lo que ha pedido al Gobierno que envíe inspectores laborales.

En el segundo grupo de pobreza, el relator ha incluido a las personas con bajos ingresos. Así, aunque ha valorado el sistema de salud y el nivel de pensiones, ha advertido de un sector de la población que vive en situación precaria.

Además, ha constatado que los jóvenes no tienen posibilidades para ser propietarios de una vivienda y, en el caso de los niños, se ha mostrado preocupado por el hecho de que uno de cada tres esté en riesgo de pobreza.

En cuanto a la educación, Alston ha indicado que, aunque es gratuita y universal, «en realidad muchas personas no pueden permitirse los gastos» y ha observado un alto grado de segregación.

También ha constatado que las mujeres sufren mayores niveles de pobreza, siendo muchas de ellas cabeza de familia monoparental, y que sufren además altos niveles de violencia de género.

Asimismo, ha tachado de decimonónica la burocracia española que pide «listas infinitas de documentos y no hay preocupación por los plazos y las consecuencias» para las personas en peor situación.