Los trabajos, que se llevarán a cabo en dos fases, tienen un plazo de ejecución de 14 meses y no causarán afecciones relevantes al tráfico, según la Diputación.

Las inspecciones realizadas por el servicio de conservación del departamento foral de Infraestructuras detectaron un deslizamiento de los tableros de los viaductos, de casi 296 metros cada uno y que fueron construidos hace cuatro décadas.

Los técnicos han determinado que el origen está en el asentamiento de uno de los estribos de ambos viaductos, cuyo movimiento produjo un empuje sobre los tableros, «cerrando las tres juntas de dilatación de cada viaducto y provocando agrietamientos en varias pilas», ha precisado la Diputación.

El deslizamiento ha causado daños también en los aparatos sobre los que se apoyan los tableros. Para recuperar el estado original de los dos viaductos gemelos de la autopista a su paso por Trapagaran se construirán sendos muros de revestimiento de hormigón armado, cimentados mediante micropilotes y anclados al estrato rocoso, junto a los estribos sur de ambas estructuras.

La aplicación de tensión sobre estos muros permitirá recuperar el desplazamiento de cada estribo, de modo que los tableros acompañen ese movimiento.

Para evitar afecciones al tráfico, los trabajos se acometerán desde la parte inferior de las estructuras, y «únicamente será necesario realizar cortes de carril, que no serán permanentes», para determinadas labores, que en todo caso se efectuarán en horario nocturno.

Los dos viaductos, construidos en la primera mitad de la década de 1980, se levantan en el punto kilométrico 126 de la BI-10 (anteriormente, A-8), en Trapagaran, uno en sentido Cantabria y el otro, sentido Gipuzkoa. Soportan una intensidad media de tráfico de 115.000 vehículos al día, según la Diputación.