Mientras Europa continúa con la desescalada y Estados Unidos ha franqueado la barrera simbólica de los 100.000 fallecidos, el incremento de nuevos casos en Corea del Sur o en Sri Lanka ilustra los riesgos de un resurgimiento del covid-19.

La pandemia que apareció en China en diciembre pasado ya ha provocado la muerte a más de 355.000 personas en el mundo. En total, se han registrado más de 5,8 millones de pacientes, de los cuales ya se han recuperado más de 2,5 millones, según recuentos realizados en base a fuentes oficiales.

EEUU podría tener 120.000 fallecidos en junio

Estados Unidos superó el miércoles la barrera de los 100.000 decesos, cifra que este jueves subía hasta 102.249, con cerca de 1.750.000 contagios totalizados, siguiendo el contaje de la Universidad Johns Hopkins.

La mayoría de los expertos, entre ellos el inmunólogo Anthony Fauci, consejero de la Casa Blanca, coinciden en que muy probablemente el balance oficial es inferior al real.

Al comentar que se ha superado ese número simbólico, el candidato demócrata a la elección presidencial de noviembre, Joe Biden, ha declarado: «Hay días en nuestra Historia tan sombríos, tan desgarradores, que quedan grabados para siempre en nuestros corazones como un duelo común. Este es uno de esos momentos».

La mortalidad del covid-19 ha golpeado especialmente al estado de Nueva York, el segundo más poblado del país, con un tercio de los fallecidos. Su gobernador, el también demócrata Andrew Coumo, ha pedido ayuda al Gobierno federal. «Estamos hablando de la vida de las personas. Hablamos de estados y de vecinos que necesitan una ayuda real», ha advertido.

Según una media elaborada a partir de varios modelos epidemiológicos realizada por investigadores de la Universidad de Massachussets, el número de fallecidos podría aproximarse a 123.000 en todo el país de aquí al 20 de junio. La Casa Blanca manejaba una estimación que va de 100.000 a 240.000.

Paso atrás en Corea del Sur

En Asia, las noticias que llegaban este jueves desde Corea del Sur y de Sri Lanka han reavivado las inquietudes relativas a la famosa «segunda ola» de contagios que temen todos los países.

Las autoridades coreanas han detectado 79 nuevos casos en una sola jornada, 69 de ellos en una nave de una empresa de comercio on-line de las afueras de Seúl, la cifra más elevada desde el 5 de abril, hace mes y medio. Las más de 4.000 personas que trabajan en esta planta han sido aisladas y se les han realizado análisis.

El Gobierno surcoreano, cuya respuesta a la pandemia ha sido presentada como modélica en estos últimos meses, ha restablecido de forma inmediata las restricciones que se habían levantado recientemente.

«Hemos decidido reforzar las medidas de cuarentena en la zona metropolitana durante dos semanas, a contar desde mañana hasta el 14 de junio», ha anunciado el ministro de Salud, Park Neug-hoo.

«Las dos próximas semanas serán cruciales para prevenir la propagación de la infección en la zona metropolitana. Si fallamos, tendremos que volver a un estricto distanciamiento social», ha añadido, marcando la línea roja en 50 nuevos casos diarios duante al menos siete días consecutivos.

De Kuwait a Sri Lanka

En Sri Lanka también van a ponerse en marcha nuevas medidas de confinamiento, entre ellas la prohibición de grandes reuniones.

El Ministerio de Salud ha anunciado que 252 esrilanqueses de un grupo de 460 que han regresado esta semana al país procedentes de Kuwait han dado positivo en los test de coronavirus.

Además, se han detectado nuevos casos en una base naval ubicada cerca de Colombo, donde hasta ahora 771 marines y familiares han dado positivo, cifra que supone más de la mitad de los 1.502 casos registrados en total a nivel nacional.

Europa, en desecalada

En Europa, donde más de 175.000 personas han sucumbido a la enfermedad, se está produciendo el movimiento inverso, la denominada desescalada.

A favor de los indicadores a la baja en todos los países, el desconfinamiento prosigue y se acelera con el objetivo de devolver a la población la libertad de movimiento y, sobre todo, para comenzar a reactivar las economías estatales, que en algunos casos han llegado al borde de la asfixia.

La Comisión Europea presentó el miércoles un plan de recuperación excepcional que estaría dotado con 750.000 millones de euros, el más grande previsto por la UE en su historia.

No obstante, todavía es necesario que negocien sus términos los Estados miembros, por ahora enfrentados entre los que quieren que las ayudas lleguen como subvenciones a fondo perdido y los que solo apoyan los préstamos con reembolso.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha subrayado que el objetivo final es que «la próxima generación en Europa recoja el día de mañana los beneficios» de este plan. Los mayores beneficiarios de estos fondos serían los dos socios especialmente afectados por la pandemia: Italia y el Estado español.

De todas formas, los países del sur del continente, donde el turismo representa una parte importante del PIB, van anunciando uno tras otro el fin de las medidas restrictivas. Roma quiere que el 15 de junio sea adoptado en el conjunto de la UE como la fecha de reapertura de las fronteras internas.

En Brasil, sin freno

Por contra, en Brasil la urgencia sigue siendo la misma: intentar controlar la epidemia, lo que el gigante sudamericano no ha logrado hasta el momento. El país superó por quinta vez las 1.000 muertes en una jornada (1.086).

En total, Brasil suma ya 414.661 casos de contagio y 25.697 fallecidos por el covid-19.

«Estamos particularmente preocupados porque el número de nuevos casos registrados la última semana en Brasil es el más elevado sumando siete días desde el inicio de la pandemia», indicó el martes la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

No obstante, el estado de Sao Paulo, pulmón de la economía brasileña, ha anunciado «la reactivación razonada de ciertas actividades económicas» a partir del lunes.

Los hospitales de este estado están peligrosamente próximos a la saturación, pero la reactivación se detallará según la situación de cada municipio.

Récord negativo en Perú

También en el vecino Perú se batió el récord de decesos en un día, con 195 el miércoles.

Por toda América Latina la pandemia se propaga especialmente en los suburbios pobres de las grandes ciudades, donde millones de personas no pueden respetar las medidas preventivas por el riesgo de morir de hambre.