Dabid Lazkanoiturburu

El primer ministro ruso viaja hoy a Minsk y prepara un encuentro entre Putin y Lukashenko

Desde que Vladimir Putin rompiera su silencio sobre la crisis bielorrusa, Rusia multiplica sus señales de apoyo al contestado Alexandr Lukashenko. El primer ministro ruso llega hoy a Minsk en la primera visita de alto nivel desde el inicio de la crisis. El presidente ruso recibirá en las próximas semanas a su homólogo bielorruso.

El jefe de la diplomacia rusa, Lavrov, y a su izuierda su homólogo bielorruso, Makei, en Moscú. (AFP)
El jefe de la diplomacia rusa, Lavrov, y a su izuierda su homólogo bielorruso, Makei, en Moscú. (AFP)

El primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin, viaja hoy jueves a Minsk para reunirse con altos cargos del Gobierno bielorruso, en plena crisis por las protestas contra el presidente del país, Alexandr Lukashenko.

Paralelamente, el ministro de Defensa de Bielorrusia, el general de División Victor Jrenin, hace el recorrido inverso y viajará hoy a Moscú para participar en una reunión de ministros de países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que engloba a las antiguas quince repúblicas soviéticas excepto las tres bálticas, Georgia y Turkmenistán, que se retiró en 2005 y desde entonces es miembro asociado.

El pasado domingo, el presidente ruso, Vladimir Putin, y Lukashenko acordaron por teléfono que se reunirán «en las próximas semanas». El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, señaló que el encuentro confirmará la disposición «mutua» de continuar desarrollando «unas relaciones equitativas y de beneficio mutuo».

Lavrov, quien recibió ayer en Moscú a su homólogo bielorruso, Vladimir Makei, advirtió de que Rusia no permitirá que nadie le «arrebate» Bielorrusia y denunció la injerencia de Occidente. «Vamos responder a eso de una manera contundente», concluyó.

Makei agradeció el apoyo de Rusia y dio por abortado un levantamiento que comparó con el Maidan en Ucrania en 2013-2014. «Hemos resistido al primer embate y hemos evitado la implementación en Bielorrusia del guión ucraniano, una revolución de color organizada desde el exterior», anunció.

El propio presidente bielorruso, que en campaña electoral y en las primeras protestas tras el anuncio de su victoria aplastante en las elecciones acusó a Moscú de intentar desbancarle del poder, agradece ahora el apoyo de Russia Today (RT) y asegura que «nunca me desmarqué de Rusia». Bielorrusos y rusos «tienen una sola patria», sostiene ahora.

Mientras tanto, acusa a la Iglesia católica bielorrusa de sostener las protestas siguiendo órdenes de Polonia y Lituania e impide a su máximo dirigente, el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz, volver de su viaje a Varsovia.

Grupos de estudiantes aprovecharon ayer el inicio del curso para sumarse a las protestas. Una veintena de ellos fueron detenidos.