Aritz INTXUSTA

¿Se debería poder salir del casco urbano en un municipio aislado?

Nafarroa ya tiene cuatro localidades confinadas: Azkoien, Faltzes, Funes y San Adrián. La medida es muy nueva y el alcance no está claro. El Gobierno decretó que los vecinos no pudieran salir del casco urbano, pero un recurso ante el TSJN señala que tienen derecho a moverse por todo el término municipal e insta al Gobierno a justificar mejor una medida que tiene pros y contras.

Un Policía Foral para a un vecino de Azkoien durante el confinamiento. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un Policía Foral para a un vecino de Azkoien durante el confinamiento. (Idoia ZABALETA/FOKU)

El Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa ha dictaminado que los confinamientos de localidades no pueden estar acotados al casco urbano. En su opinión, el Gobierno navarro no ha justificado la medida. «La falta de la mínima justificación y motivación ‘ad hoc’ de la restricción al casco urbano, motivación que corresponde a la Administración, determina la decisión de esta Sala de no ratificar la modificación del ámbito geográfico de las medidas de municipio al casco urbano», señala el auto. 

Esta decisión supone un pequeño contratiempo para la Consejería de Salud y está por ver si el Gobierno intenta de nuevo justificar esta restricción para que no se pueda salir del casco urbano o si prefiere dejarlo pasar. 

Salir o no del casco urbano tiene ventajas y desventajas. La ventaja más clara es que los vecinos pueden pasar el aislamiento de forma más liviana si les dejan pasear por el monte o acudir a los huertos. La desventaja principal es que se dificulta en gran medida la forma en la que se ejerce el control para que el aislamiento se cumpla. 

Lo que se pretende conseguir al confinar un pueblo entero es, sin apenas consumir recursos sanitarios, motivar a una determinada población a cumplir a rajatabla las medidas de prevención hasta que se contenga internamente la expansión de la epidemia. Y, además de esto, evitar que personas infectadas propaguen el virus a otras localidades, ya que solo se puede salir de la localidad para lo imprescindible: trabajar, cuidar a dependientes y motivos de salud.

Mover los controles

Mientras se ha podido limitar la movilidad al casco urbano, ha sido suficiente con apostar una patrulla de Policía Foral en las entradas y las salidas del pueblo. Esta presencia policial tan nítida podía ejercer, además, cierto efecto intimidatorio que facilitaría el cumplimiento de las medidas sanitarias. 

Si, como ha dictaminado el TSJN, los confinamientos permiten moverse por todo el término municipal, el dispositivo policial de control resulta más complejo de desplegar. No queda claro si lo oportuno es mantenerlo a la entrada o trasladarlo por carretera hasta las lindes del municipio.

Si se alejan de la localidad será más complejo justificar los movimientos por coche de los vecinos, pues no siempre coinciden padrones y cabe cierta picaresca. Asimismo, se incomodaría a población de localidades cercanas que hacen uso de estas carreteras. Sin olvidar también que la capacidad de control es menor, pues los vecinos que no quieran cumplir tienen más opciones para burlar el control por caminos alternativos. 

Drones y pocas multas

Por otro lado, la cuantía de las multas que alcanzan los 3.000 euros sin duda también ayudan a que nadie trate de saltarse las normas. Además, la Policía Foral está empleando sus drones para controlar desde el aire que los aislamientos se cumplen. La Policía no está reportando sanciones, por lo que se presume que la problemática o no la hay o es muy pequeña. Lo mas reseñable de estos días ha sido la cacerolada de protesta en Funes.

A la espera de lo que decida ahora la consejería de Salud, por de pronto los vecinos de Azkoien, Faltzes, Funes y San Adrián pueden salir del casco urbano los próximos días. Si realmente la población entiende que las medidas les benefician, lo esperable es que no se incumpla la norma y los vecinos puedan tranquilamente realizar actividades por el término municipal hasta que el confinamiento acabe.

Ahora toca esperar y ver la evolución. Puede que la incidencia de la pandemia caiga rápido y que la gente cumpla sin necesidad de sanciones. Quizá así Salud cederá en su tesis de aislar cascos urbanos y otros pueblos que eventualmente sean confinados puedan pasear tranquilamente por sus alrededores.