NAIZ
DUBLÍN

Muere el periodista británico Robert Fisk, una voz clave para entender Oriente Medio

El periodista británico Robert Fisk, uno de los más veteranos y reputados cronistas de Oriente Medio, ha muerto en Dublín a los 74 años tras una enfermedad, según ha informado ‘The Independent’, el diario en el que Fisk trabajó desde 1989.

Robert Fisk, en un fotograma del documental ‘This Is Not a Movie’.
Robert Fisk, en un fotograma del documental ‘This Is Not a Movie’.

El autor de libros fundamentales sobre la geopolítica en el mundo árabe como ‘Pity the Nation’, sobre Líbano, o el enciclopédico ‘The great war for civilisation’ ingresó en el hospital St Vincent's de Dublín el viernes y murió poco tiempo después, según el ‘Irish Times’. 

Instalado en Beirut durante décadas, Fisk fue una de las firmas más buscadas de la prensa británica por su carácter anticonformista, su pluma didáctica y su visión iconoclasta de los conflictos que recorren la región.

Entre otros hitos periodísticos, logró entrevistar hasta en tres ocasiones al líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, entre 1993 y 1997 y sus artículos eran igualmente buscados y admirados por los lectores en el mundo árabe, donde se le profesaba una admiración casi mayor que en tierras británicas.

El diario ‘The New York Times’ llegó a catalogarlo como «el corresponsal más famoso en Gran Bretaña».

Nacido en Maidstone (sureste de Inglaterra) en 1946, fue destinado por el ‘Times’ en 1972 a Belfast, tras lo cual cubrió para el mismo periódico la Revolución de los Claveles en Portugal.

Desde 1976, trasladó su residencia al Líbano, donde escribió ‘Pity the Nation’, y desembarcó en ‘The Independent’ en 1989, periódico para el que siguió escribiendo hasta su muerte.

Sus artículos, algunos de los cuales fueron recogidos en las páginas de Iritzia de GARA, fueron a menudo a contracorriente de las narrativas oficiales establecidas por los gobiernos occidentales en materia internacional. Criticó con fiereza el «periodismo de hotel» de muchos enviados especiales que no salían de sus habitaciones en los conflictos.

Parte de esa dilatada trayectoria fue repasada en el documental ‘This Is Not a Movie’, dirigido por Yung Chang.

Finalmente, Fisk falleció en Irlanda, su país de adopción y que también le dio la nacionalidad.

 «Fue valiente e independiente, con una comprensión profundamente documentada de las complejidades de la historia y la política de Oriente Medio. Ayudó a mucha gente a entender mejor esas complejidades», se ha despedido de él en Twitter el primer ministro irlandés, Micheál Martin.