Martxelo DÍAZ

En Donostia también hay un Infierno y hoy ha sido desalojado

La Ertzaintza ha desalojado este jueves los edificios del Infierno en los que un centenar de personas había conseguido un precario techo en el barrio de Ibaeta, en Donostia. Se trata de personas de origen diverso no tenían otra opción para pernoctar. Hoy no saben qué harán ni dónde estarán. En la degradada zona, hay un proyecto para construir más de 500 viviendas.

Unas pocas mantas es lo poco que les queda a cuatro chavales marroquíes que dormían en el Infierno. (@MartxeloDIaz)
Unas pocas mantas es lo poco que les queda a cuatro chavales marroquíes que dormían en el Infierno. (@MartxeloDIaz)

En Donostia también hay un Infierno. Está a apenas dos kilómetros y medio de la playa de Ondarreta. En el barrio de Ibaeta, saliendo hacia Añorga. Se llama así a un conjunto de edificios aislados del resto del barrio. Allí, en la que fue la fábrica de plásticos Oramil y otros edificios abandonados, vivían un centenar de personas hasta que la Ertzaintza, con la colaboración de la Policía Municipal de Donostia, han sido hoy desalojados. En los últimos días se había incrementado el control policial, según han denunciado colectivos como SOS Arrazakeria o Harrera Sarea.

No se sabe por qué se llama el Infierno a esta zona. Hay quien dice que es porque estaba lejos del resto de la ciudad. Otros señalan que había una curva peligrosa. También apunta a la tesis de que es el contrapunto al caserío Belen Berri, ubicado en las inmediaciones. Para la mayoría de donostiarras es solo un espacio degradado detrás de la gasolinera en la que suelen repostar. Un mural con el lema «Bienvenidos al Infierno-Ongi etorri Infernura» en diversos idiomas y en alfabetos latino, árabe y amazigh deja en evidencia que nos encontramos en una zona multicultural.

La Ertzaintza ha procedido a sacar esta mañana a quienes estaban dentro de los edificios. Se ha cumplido el temor de quienes el miércoles denunciaban que el desalojo era inminente y destacaban que en Donostia, en plena pandemia y con rumores de un nuevo confinamiento, se iba a dejar sin techo a un centenar de personas que no tenían ningún sitio al que ir.

Entre quienes no tienen sitio al que ir están cuatro chavales que veían el despliegue de la Ertzaintza desde el bidegorri que une Ibaeta y Añorga, al otro lado de la avenida de Tolosa. Los agentes de la Policía autonómica tenían rodeados a las decenas de personas que se habían congregado tras dos pancartas que proclamaban «Desalojoen aurrean autodefentsa» e «Infernua bizirik». El despliegue policial ha dejado libre solo un carril en dirección a Añorga, lo que ha generado problemas a una ambulancia con las luces de emergencia encendidas para pasar. 

Protesta ante el Ayuntamiento

Del Infierno, la protesta se ha dirigido hasta el Ayuntamiento de Donostia, donde han denunciado que un centenar de personas no dispone de un lugar para dormir mientras está vigente el toque de queda.

Los chavales que miran al Infierno son marroquíes. Solo uno de ellos habla en castellano. Explican que esta noche estaban durmiendo en el Infierno, al igual que un centenar de personas más. «Había mucha gente aquí», explica el que habla en castellano en nombre de sus compañeros. «No tenemos casa, no tenemos dónde comer, no tenemos dónde dormir. Igual que toda la gente que estaba durmiendo aquí». Junto a ellos, unas pocas mantas que es lo que han podido salvar del desalojo.

«No tenemos papeles», añade. Evidentemente, quien tiene que dormir en una fábrica abandonada en una zona que se llama Infierno es porque no tiene más remedio. Es su caso. Lo que les preocupa ahora es dónde van a dormir hoy. No saben qué van a hacer. «Está complicado», asumen.

A pesar de que la zona se llame Infierno es atractiva para algunos. No en vano hay un plan urbanístico para construir cientos de viviendas, en lo que sería la prolongación de Errotaburu. Se trata de una operación más de las que se anuncian en el barrio de Ibaeta, como la reciente recalificación de la parcela de ‘El Diario Vasco’ para construir viviendas.