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Macron trata de calmar la indignación por la agresión a un hombre negro

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha tratado de calmar la indignación por la agresión a un productor de música negro, calificándola de «inaceptable», en plena polémica por la criminalización de las grabaciones de policías.

Imágenes de la agresión a Zecler. (Michel zecler-GS Group/AFP)
Imágenes de la agresión a Zecler. (Michel zecler-GS Group/AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha tratado de aplacar la indignación por la agresión al productor de música negro Michel Zecler calificándola de «inaceptable», en plena polémica por la nueva ley de Seguridad Global que pretende limitar la captación de imágenes en las que aparezcan miembros de las fuerzas de seguridad.

Las imágenes fueron divulgadas el jueves por el portal Loopsider, que ha informado de que el hombre agredido se topó con la patrulla policial cuando se encontraba a las afueras del estudio sin mascarilla. Los agentes fueron a su encuentro, lo que derivó en una paliza en la que, según Zecler, se profirieron insultos racistas.

«Las imágenes que todos hemos visto del asalto a Michel Zecler son inaceptables. Nos avergüenzan», ha afirmado Macron en una serie de mensajes publicados en su cuenta de Twitter, donde ha considerado que «Francia nunca debe permitir que florezcan el odio o el racismo».

Además, han visto la luz apenas unos días después del violento desalojo de un campamento de migrantes en la plaza de La República de París.

El presidente ha señalado que ha pedido al Gobierno francés «propuestas rápidamente» para «reafirmar el vínculo de confianza que debe existir naturalmente entre los franceses y quienes los protegen» y para «luchar más eficazmente contra todas las formas de discriminación».

Así, ha aludido a la «ejemplaridad» de los franceses en su trato a la Policía y viceversa. En el primer aspecto, Macron ha asegurado que «nunca» aceptará la violencia perpetrada contra la Policía y la Gendarmería francesas.

«Ejemplaridad» de la Policía

Respecto a la «ejemplaridad» de los agentes de aplicación de la ley, ya cuestionada previamente por casos de brutalidad y racismo, ha precisado que «aquellos que hacen cumplir la ley deben obedecer la ley. Jamás aceptaré que la violencia gratuita de unos pocos manche la profesionalidad de las mujeres y hombres que día a día aseguran con valentía nuestra protección».

Por otro lado, ha señalado que cree en los derechos, y ha aludido específicamente a la libertad de expresión, a la de prensa y a la de manifestación, a pesar de que la ley que prepara el Gobierno ha sido señalada por recortar estos derechos.

Precisamente, la agresión a Zecler ha reavivado el debate sobre las prácticas de las fuerzas de seguridad y Macron ya había reconocido estar «impactado» por las imágenes, captadas por una cámara de seguridad a la entrada de un estudio de grabación en París.

Vuelta al discurso

Unas imágenes cuya grabación podrían ser delictiva con la nueva legislación. De hecho, las imágenes de los hechos derivaron inicialmente en el arresto del productor, pero la difusión de las imágenes y la indignación creada ha dado la vuelta al discurso y ha supuesto no solo la liberación de Zecler y la retirada de los cargos, sino la suspensión de los agentes implicados, criticados públicamente por el ministro del Interior, Gérard Darmanin.

El proyecto de ley ha sido modificado pero mantiene la pena de prisión y multa para quienes difundan imágenes que identifiquen a los policías con «intención clara» de causar perjuicio a la dignidad física o moral de los agentes.