El expresidente hondureño Manuel Zelaya fue liberado ayer viernes tras ser retenido durante ocho horas en el Aeropuerto Internacional Toncontín de Tegucigalpa, desde donde iba a viajar a México, después de que la Policía descubriera 18.000 dólares en su maleta sin declarar.

Al salir de la terminal área en su vehículo, ya libre, el expresidente denunció que fue retenido injustamente e insistió en que el dinero no es suyo.

«La Fiscalía investigará y nosotros también investigaremos. Es bueno que investiguen y nosotros veremos quién fue el que metió esos valores en mi mochila porque no eran míos", subrayó Zelaya, coordinador general del Partido Libertad y Refundación (LIBRE, izquierda).

Zelaya fue retenido cuando intentaba abordar un avión hacia Houston (EEUU), desde donde viajaría a México para participar en un seminario.

«Yo iba para Houston. ¿Para qué ocuparía ese dinero? Al parecer lo que querían al ponerlo allí es que me retuvieran allá en EEUU, porque allá la noticia sería otra», avanzó.

El dinero estaba en un sobre de papel dentro de su maleta de mano, indicó el expresidente, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009 por un golpe palaciego cuando promovía una serie de reformas constitucionales que tenían como objetivo transformar un país anegado por la pobreza, la corrupción y la dependencia de EEUU.

Protestas de sus seguidores

Tras conocerse la retención de Zelaya, cientos de personas se manifestaron frente al aeropuerto para exigir su liberación y se enfrentaron con la Policía Nacional, que utilizo bombas lacrimógenas para dispersarlas cuando pretendían ingresar a la terminal área.

El político aseguró que no tiene ningún problema para salir del país, ya que las autoridades no emitieron ninguna orden en su contra.

«Nosotros nunca llevamos más de 18.000 dólares a los viajes. Me preguntaron si llevaba 10.000 y dije que sí. Yo no sabía nada de esos 18.000 dólares», afirmó el expresidente hondureño.

Las leyes hondureñas permiten hasta 10.000 dólares como cantidad máxima de dinero que puede llevar una persona, siempre y cuando compruebe su procedencia.


Golpes de Estado judiciales

Latinoamérica es escenaro desde hace años de campañas judiciales contra exdirigentes de izquierda que aprovechan el marco general de corrupción rampante que asola al continente, y que tienen como principal objetivo, más allá de hacer justicia, acabar con sus carreras políticas y ensombrecer sus legados para cortar de lleno las transformaciones políticas y sociales en sus países de origen.

Los casos del expresidente brasileño Luiz Inázio Lula da Silva (Lula) y del expresidente ecuatoriano Rafael Correa son paradigmáticos. El primero está en libertad provisional a la espera de varios juicios y el segundo exiliado en Bélgica tras ser condenado en firme.