De héroes a villanos en apenas quince días. De ganar a los All Blacks por vez primera a ser denostados por no mostrar suficiente pena por la muerte del ídolo con mayúsculas.

Volvían a verse las caras argentinos y neozelandeses el pasado sábado, y estos últimos, que además de jugar muy bien manejan las relaciones públicas como nadie –es un halago, no una crítica–, depositaron en el suelo, antes de ejecutar su célebre ‘haka’, una camiseta negra con el 10 y el nombre de Maradona. El vídeo dio la vuelta al mundo.

Enfrente estaban los 23 integrantes de la convocatoria de los Pumas, abrazados hombro con hombro y con un crespón negro en la manga de la camiseta. Insuficiente, al parecer. Pocas lágrimas, casi ningún gesto.

Un inciso. Para una parte de la sociedad argentina, el rugby sigue teniendo esa marca de deporte para niños bien de escuelas privadas, mientras que el fútbol es el deporte de las clases populares, de los barrios pobres. Ya no es así, o no tanto como antes, pero esa imagen aún se mantiene en buena medida. Lo explica el periodista especializado Eugenio Astesiano a cuenta de un caso más grave, la muerte a golpes de un adolescente que recibió una paliza de once jóvenes jugadores de rugby.

Tuits de 2012

Así que al rugby lo estaban esperando para saldar cuentas. Y también es cierto que algunos lo han puesto muy fácil, con un papel estelar para su capitán, Pablo Matera, del que han salido a la luz pública unos tuits de 2012, cuando tenía 19 años, en los que se leen comentarios racistas sobre bolivianos, paraguayos o sudafricanos, y también clasistas y machistas contra las ‘mucamas’, las empleadas del servicio doméstico. Al parecer, nunca se le ocurrió borrarlos. O a nadie se le ocurrió decirle que los borrara. Hasta ahora. De las mismas fechas son los mensajes similares de otros dos internacionales, Guido Petti y Santiago Socino, 18 y 20 años por aquel entonces.

Los discursos de disculpas por las tibias muestras de pesar ante el fallecimiento de Maradona han quedado en un segundo plano. Les toca ahora agachar la cabeza y asumir lo que les viene. De momento, la Federación Argentina ya les ha apartado de la selección –los Pumas estarán en Australia hasta el fin de semana– y les ha abierto expediente disciplinario. «Si bien los mensajes fueron expresados entre 2011 y 2013 y no representan la integridad como personas que los tres mostraron durante este tiempo en Los Pumas, desde la Unión Argentina de Rugby condenamos cualquier expresión de odio y consideramos inaceptable que quienes las expresen representen a nuestro país», reza el comunicado de la UAR.

Comunicado oficial: La Unión Argentina de Rugby repudia enérgicamente los comentarios discriminatorios y xenófobos publicados por integrantes del plantel de Los Pumas en las redes sociales y reunida en carácter de urgencia, la Mesa Directiva resuelve:

— Unión Argentina de Rugby (@unionargentina) December 1, 2020

El Stade Français, donde juega Matera, ha hecho pública una nota en la que también califica como «inaceptables» los mensajes de Matera en 2012, pero subraya que desde su llegada a París en diciembre de 2019 su actitud ha sido «irreprochable» con sus compañeros y con sus adversarios, tanto dentro como fuera del terreno de juego, y que será convocado por la dirección del club cuando regrese a Europa.