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La consulta simbólica de Guaidó no logra la movilización masiva que buscaba

El líder opositor venezolano Juan Guaidó no ha logrado movilizar de forma masiva a la oposición la consulta simbólica convocada paralelamente a las elecciones legislativas. Habla de una participación similar a la de los comicios del pasado domingo.

Una mujer se dispone a votar en la consulta opositora en Caracas. (Federico PARRA/AFP)
Una mujer se dispone a votar en la consulta opositora en Caracas. (Federico PARRA/AFP)

El opositor venezolano Juan Guaidó ha dicho esta madrugada haber atraído a 6.466.791 votantes a su consulta simbólica en rechazo a las elecciones legislativas, el 31,22% del padrón electoral, y ha levantado un mar de dudas por unas cifras que no han sido avaladas por observadores ni pueden ser contrastadas, sin detalles del resultado y que abren un camino todavía sin destino.

La consulta opositora comenzó de forma virtual el lunes y finalizó ayer con una votación presencial en la que, según los organizadores, participaron 3.209.714 personas en Venezuela y 844.723 en el exterior del país. A esas cifras, se suman 2.412.354 ciudadanos que optaron por votar a través de dos aplicaciones habilitadas para ese fin.

Eso supone el 31,22 % del padrón electoral del país que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), asciende a 20.710.421 personas.

De hecho, los lugares fijados para la votación presencias estuvieron medio vacíos durante toda la jornada. Eso no ha impedido que la oposición hable de un triunfo «histórico».

Sin embargo, el coordinador nacional del comité organizador, Enrique Colmenares Finol, encargado de difundir los datos, no ha dado detalles de cuánta gente votó en contra o a favor de cada una de las tres preguntas.

Nada más conocerse el resultado, Guaidó escribió en Twitter que «la participación del día de hoy se transforma en compromiso y la respuesta masiva en esperanza». Sin embargo, de nuevo no hizo ninguna propuesta acerca de qué pasos dará a continuación y se limitó a señalar que hoy enviará «un mensaje al país».


Pero la asistencia a la votación presencial ha generado muchas dudas, ya que, según pudo constatar Efe, no había controles en los puntos de participación para que, quienes ya hubieran votado en las aplicaciones, no lo hicieran en persona.

Los ciudadanos que acudían a las mesas debían anotar su nombre y firmar, un dato que no se cotejaba con el de otros lugares habilitados, por lo que solo dependía de la voluntad de los venezolanos no depositar la papeleta más de una vez.

Registros destruidos

Al terminar las votaciones, el coordinador del comando político de la consulta popular, Emilio Graterón, explicó que «todos los cuadernos» donde se anotaron los datos de los votantes serán «destruidos» para evitar que las identidades de quienes han acudido a las urnas sean difundidas.

La otra manera de votar era a través de las aplicaciones Voatz y Telegram, pero para hacerlo había que enviar una foto de su cédula de ciudadanía o pasaporte, tras lo cual, según explicaron los organizadores, los documentos se borraban.

Acerca de la posibilidad de votar varias veces a través de estas aplicaciones, aseguraron que era imposible.

La primera de las preguntas planteadas en esta consulta a los votantes era si rechazaban las elecciones legislativas del domingo, en las que la coalición oficialista Gran Polo Patriótico obtuvo el 91% de los 277 diputados de la Asamblea Nacional y a las que no concurrió el sector de la oposición que encabeza Guaidó aunque sí sus partidos con directivas impuestas por el Tribunal Supremo de Justicia.

La participación en los comicios de hace una semana fue del 31% y una de las prioridades para Guaidó  era superar el número de votantes, algo que, a juzgar por los datos ofrecidos por él mismo, logró por un estrecho margen.

Para el analista Rafael Álvarez Loscher, «la oposición no ha logrado canalizar el descontento porque no ha conseguido sus objetivos y eso ha desmoralizado a la gente.

«Aunque están en contra de (Nicolás) Maduro, pocos ven la necesidad de asociar su nombre con algo que no tiene efecto legal o político», ha asegurado.

Segundo intento

No es la primera vez que la oposición invita a participar en una consulta organizada por sus propios medios. Una iniciativa similar se puso en marcha en julio de 2017 para mostrar el rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente, organismo 100% chavista instalado en agosto de ese año, tras meses de protestas que se saldaron con más de un centenar de muertos.

La oposición aseguró entonces haber reunido 7,6 millones de votos contra la Asamblea Constituyente, que asumió la mayoría de los poderes parlamentarios y será reemplazada por una nueva Asamblea Nacional el próximo 5 de enero.

De antemano, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya había minimizado la importancia de la consulta de Guaidó, a quien tacha de «charlatán» y de «títere» en manos de Estados Unidos.

«Nadie podría creer que esta consulta por Internet tiene un valor legal, constitucional, sólo tiene un valor informativo», había afirmado el jueves ante los diputados.