El Pleno Municipal del Ayuntamiento de Irun aprobó el pasado miércoles con 23 votos a favor y uno en contra una moción presentada por la Asociación de Memoria Histórica del Bidasoa Kepa Ordoki en la que piden recordar la vinculación del president de la Generalitat Lluís Companys con Irun, así como mostrar su sensibilidad «hacia las violaciones que sufrió en nuestro país».

Con esta iniciativa, la asociación Kepa Ordoki pedía que se acondicionara y entregara a la Generalitat «como gesto de reconocimiento y reparación hacia Lluís Companys» un elemento de la barandilla del Puente de la Avenida, lugar en el que el 29 de agosto de 1940 el agente de la embajada franquista de París, Pedro Urraca, y un oficial alemán entregaron al president a la policía franquista. Después de pasar un más de un mes encarcelado en Madrid, donde fue «cruelmente torturado», Companys fue finalmente fusilado en Montjuïc el 15 de octubre.

Además, la moción solicitaba «la implantación de un soporte físico en el puente Avenida explicando la deportación del presidente catalán y explicando la entrega», así como «dar cuenta de los acuerdos adoptados a la familia de Lluís Companys, a la Generalitat de Catalunya, a la mesa sectorial de la memoria de ERC, a los grupos parlamentarios del Parlamento de Catalunya, al espacio Lluís Companys de Tarrós, a los responsables de la memoria del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de Gipuzkoa y a los ayuntamientos de Irun, Hondarribia y Hendaia».

«El vínculo entre Lluís Companys e Irun surge en el puente de la Avenida y va más allá», explica la asociación memorialista en el texto. «El que fue puente de entrada el 29 de agosto de 1949, fue puente de salida en septiembre de 1936. Una gran mayoría de las personas que salieron de allí se refugiaron en Barcelona y Catalunya»”, prosigue, y recuerdan que el 18 de octubre de 1936 el gobierno catalán, presidido por Companys, creó el 'Comité central d'ajut als refugiats', un organismo que gestionó los traslados de decenas de personas del Bidasoa.

Reacciones políticas

La moción fue aprobada de forma unánime por todos los grupos políticos a excepción del PP, cuyo edil, Iñigo Manrique, votó en contra. Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Jokin Melida, expresó su agradecimiento a los impulsores de la moción por «hacernos recordar qué importante es tener memoria, para que lo que sucedió en el pasado no se repita».

También se mostró favorable a la iniciativa el grupo del PNV. El concejal Lander Ugartemendia declaró que tanto el equipo municipal como el partido en su conjunto están comprometidos «con la verdad, la justicia y la reparación» y destacó la importancia del puente como «un símbolo de la convivencia y los derechos humanos».

Miguel Ángel Páez, del PSE, explicó el voto favorable de su grupo como una reivindicación de «la libertad de antes, la de hoy y la de mañana» y se mostró comprometido para que «esa memoria sirva de ejemplo a las futuras generaciones sobre los horrores que se cometieron».

La sectorial de memoria histórica de ERC también se hizo eco de la noticia. Los republicanos se mostraron «eternamente agradecidos por el gesto y por todas la complicidades generadas con las diferentes asociaciones que han participado», y dieron las gracias a los impulsores a través de su cuenta de Twitter.