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El agente que salvó la vida tras caer al Urumea está «en una situación de confusión»

El ertzaina que salvó la vida tras caer al Urumea en el siniestro que falleció su compañero de patrulla se encuentra «en una situación de confusión», según ha señalado el director de la Policía autonómica, Rodrigo Gartzia.

Intervención de la Ertzaintza tras el accidente en el río Urumea. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)
Intervención de la Ertzaintza tras el accidente en el río Urumea. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

El agente en prácticas de la Ertzaintza que salvó la vida el pasado día 30 tras caer al Urumea, en Donostia, está «en una situación de confusión, de cierto shock», sobre el suceso y «tampoco le dio tiempo a conocer mucho», ha detallado el director de la Policía autonómica, Rodrigo Gartzia.

El agente en prácticas, de 30 años, se salvó del accidente en el que murió su compañero, Iñigo Echarri, un ertzaina donostiarra de 47 años, tras caer al río Urumea de madrugada el coche policial en el que patrullaban.

En declaraciones a Radio Euskadi, el director de la Ertzaintza ha explicado que el agente en prácticas que se salvó «se encuentra bien. Le dieron el alta y acudió al funeral de su compañero. Nos mostró mucha entereza, nos mostró unos valores».

Sobre el suceso, este agente ha declarado ante la Policía Municipal de Donostia, que es la que lleva la investigación al estar considerado como un accidente de tráfico.

Por este motivo, el director de la Ertzaintza no ha querido ser más explícito sobre qué dijo en su declaración, aunque ha explicado que está «en una situación de confusión, de cierto shock, tampoco le dio tiempo a conocer mucho» del accidente.

Gartzia ha señalado que el ertzaina «se encuentra bien» y pudo aistir al funeral de su compañero. «Nos mostró mucha entereza. Es una persona con una vocación firme y decidida, y nos mostró valores y un compromiso de servicio a la ciudadanía que son dignos de elogio», ha manifestado.

La Ertzaintza colabora con la investigación y redactará un informe pericial con los análisis de las cámaras de vídeo de la zona, de la centralita del vehículo y una reconstrucción digital tridimensional por parte del área de accidentes de tráfico, que se van a poner a disposición de la Policía Municipal, así como el análisis de la policía científica sobre los dos disparos que realizó el agente fallecido para intentar romper los cristales, según la hipótesis barajada por la instrucción.