Se han cumplido los pronósticos y la anfitriona Egipto ha superado con cierta facilidad en el estreno del torneo a una Chile que solo ha podido hacer frente a los africanos cuando su técnico, Roberto García Parrondo, ha puesto en la pista a sus jugadores menos habituales.

El lanzamiento exterior y la buena circulación de balón ofensiva egipcias han sido un escollo demasiado complicado para los pupilos de Mateo Garralda, quien se ha visto obligado a reunir para la cita un bloque muy mermado, incluso teniendo que echar mano de jugadores ya retirados del ámbito profesional.

Solo los primeros cinco minutos han caminado por la senda del equilibrio, con un primer gol sudamericano fruto de la conexión de los hermanos Salinas, con asistencia de Rodrigo –central de Bidasoa Irun– y ejecución de Esteban –exbidasotarra y ahora pivote en el Granollers–.

Ha sido un espejismo, ya que los chilenos han comenzado a encadenar toda una serie de errores en ataque que han propiciado que Egipto, liderados por Yahia Omar, talentoso lateral zurdo del Veszprem, pronto haya cobrado una ventaja de tres dianas en apenas ocho minutos (5-2).

Pese a los tiempos muertos de Garralda, la hemorragia no se ha detenido y los anfitriones han ido ampliando su ventaja hasta convertirla en una diferencia francamente cómoda al descanso (18-11).

El inicio de la segunda media hora ha transcurrido prácticamente por los mismos derroteros y, a la vista de la superioridad, Parrondo ha optado por reservar a alguna de sus piezas más importantes, habida cuenta de la selección egipcia confía en estar en la pelea con los mejores combinados del campeonato.

Esa decisión le ha permitido a Chile recortar diferencias en el electrónico –ha tenido incluso un balón para ponerse a cuatro de distancia–, aunque la reacción no ha acabado en revolcón, pero sí le ha permitido maquillar en parte el resultado final e irse al hotel con unas mejores sensaciones (35-29).

El coronavirus diezma la participación

El coronavirus ha hecho estragos, incluso antes de que el torneo echase a andar. La organización ha tenido que reaccionar rápido ante la renuncia de la República Checa y Estados Unidos a participar en el evento debido a los numerosos casos de contagio, siendo sustituidos por Macedonia del Norte y Suiza.

Los problemas no terminan ahí, pues la enfermedad prácticamente ha diezmado a la selección de Brasil, novena en la anterior cita mundialista, que ya ha comunicado siete positivos, entre ellos los de su seleccionador, Marcus Oliveira, el pivote defensivo barcelonista, Thiagus Petrus, y el portero del Benidorm, Leonardo Tercariol.