Agustín Goikoetxea

Egiari Zor exigirá el reconocimiento de la tortura en el 40 aniversario de Joxe Arregi

En el 40 aniversario de la muerte de Joxe Arregi, Egiari Zor Fundazioa realizará sendos actos de recuerdo en los que reclamará el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas de la tortura, además de apelar a las instituciones a seguir estudiando esta lacra en toda su dimensión.

Enkarni Blanco e Ixone Fernández, dos torturadas, han presentado los actos. (FOKU)
Enkarni Blanco e Ixone Fernández, dos torturadas, han presentado los actos. (FOKU)

Dos mujeres torturadas, Enkar Blanco e Ixone Fermández, se han encargado este viernes de presentar en una comparecencia en Bilbo los actos organizados por Egiari Zor Fundazioa con motivo del 40 aniversario de la muerte de Joxe Arregi tras su paso por la Dirección General de Seguridad (DGS) en Madrid.

De nuevo, otro 13 de febrero, se recordará en Zizurkil aquel «oso latza izan da» pronunciado por Arregi, en representación de las miles de personas que han sufrido ese calvario en Euskal Herria. Lo harán, a pesar de la crisis sanitaria, a las 12.00, en la plaza que lleva el nombre de esta víctima mortal de la tortura.

Ese mismo día en en Bizkaia Aretoa, en Bilbo, junto al Master de Derechos Fundamentales y Poderes Públicos de la UPV-EHU, se estrenará una lectura dramatizada de la obra de Alfonso Sastre 'La Columna Infame'. Adaptación realizada por el escritor Fito Rodríguez, dirigida por Olatz Beobide y con música de Manu Gaigne, que será interpretada por Klara Badiola, Asier Hernández y Dorleta Urretibizkaia. La misma constará de dos sesiones, una en castellano a las 11.00 y otra en euskara a las 12.30.

Desde la fundación han destacado que no fue el primer muerto por torturas en el contexto del conflicto político, pero sí el primero tras la reforma del régimen y la firma de la Constitución española. «Desgraciadamente durante la denominada democracia, otros nombres fueron añadidos junto al de Joxe Arregi, a la tétrica lista de los muertos por tortura», han lamentado.

«Miles de personas hemos sufrido en carne propia esta lacra, pero todavía ningún responsable ha hecho un ejercicio de honestidad reconociendo el daño causado», han denunciado Blanco y Fernández.

Largo camino pendiente

Egiari Zor Fundazioa considera que queda un largo camino por recorrer en torno a las consecuencias derivadas de la tortura. «A quienes fuimos pasto de esta aberración contraria a los derechos humanos se nos debe verdad, reconocimiento y reparación. Y las personas, partidos, e instituciones responsables de que nuestros derechos fueran vulnerados aún tienen pendiente de asumir sus responsabilidades», han detallado sus portavoces.

Han advertido que es muy escaso el número de casos reconocidos, apenas un 3% de los documentados en el Proyecto de Investigación de la Tortura y los Malos Tratos en Euskadi entre 1960 y 2014, elaborado por el Instituto Vasco de Criminología.

Es el caso de Ixone Fernández, a quien el protocolo de Estambul reconoce la máxima consistencia de su relato, y Enkar Blanco, que consiguió que el Estado español fuera condenado por el Comité contra la Tortura de la ONU.

Egiari Zor estima que la verdad sobre la incidencia de la tortura en Euskal Herria «exige aclarar las múltiples responsabilidades adquiridas, esas que se evita señalar y que nadie asume. Exige, aclarar el papel jugado por los políticos, jueces, forenses, policías, medios de comunicación… ».

«Exige —han añadido sus portavoces— poner luz sobre los casos de muertes en aplicación de tortura o como consecuencia de la misma, así como el trauma transgeneracional ocasionado por una práctica ejercida al amparo del Estado, dentro de una estrategia diseñada y debidamente engrasada para poder ejercerla con total impunidad».

Han lamentado que las sentencias condenatorias por no investigar denuncias, como la emitida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos la semana pasada, no provocan reacciones por parte de aquellos partidos con responsabilidades políticas en la perpetuación de la tortura. «O bien, hacen gala de una muy dudosa ética tratando de diluir su gravedad. O bien mantienen un silencio sepulcral ante una gravísima condena, otra más», han citado.

«Hemos vencido al negacionismo en torno a la tortura, ya es una verdad oficial que se nos ha torturado durante décadas con total impunidad; pero ahora falta recorrer el camino reconocimiento y la reparación de quienes la padecieron. Además, falta que se asuman las responsabilidades derivadas de la violación sistemática de los derechos humanos de miles de personas detenidas», han manifestado las dos víctimas de la tortura que han comparecido.