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Miasa entra en fase de liquidación y presenta un ERE para despedir a sus 95 trabajadores

La empresa Miasa ha presentado en el Juzgado la solicitud de liquidación y presentará un ERE para despedir a sus 95 trabajadores. CCOO critica que no se pueda salvar la planta de Iruñea «tras llevarse producción a China y EEUU».

Vista del exterior de la empresa Miasa en Iruñea.
Vista del exterior de la empresa Miasa en Iruñea.

Miasa, la última empresa de la familia Huarte en Nafarroa, ha entrado en fase de liquidación y ha presentado un ERE para despedir a sus 95 trabajadores. La empresa, que está en actividad desde hace 52 años, está especializada en la producción de horquillas para cajas de cambios de automóviles.

Ante el anuncio del cierre de la planta, CCOO, sindicato mayoritario en el comité, ha hecho público un comunicado en el que señala que ahora «el objetivo es negociar y luchar por que las salidas se hagan en las mejores condiciones posibles».

El secretario general de CCOO Industria Navarra, Josema Romeo, ha afirmado que «hay que estudiar si se da una posible pervivencia de una parte de la actual planta de Miasa en Landaben, algo que no podemos asegurar. Pero si fuera posible, intentaremos salvar el mayor número de puestos de trabajo».

Ante la negociación del ERE, la central ha pedido a la empresa «que sea clara y transparente. Aún no tenemos ninguna pauta de cómo se va a desarrollar este ERE y no es momento de andar con medias verdades».

CCOO lamenta haber llegado a esta situación «a pesar de haber hecho todo lo posible» y ha criticado a la dirección de la empresa por su actitud respecto a la planta de Landaben.

En este sentido, destaca que «la empresa se originó aquí y con la rentabilidad que consiguió se llevó la producción a China, EEUU, etc. ¿Y ahora nos dicen que la que no es viable es la planta generadora de otras Miasa por el mundo?».

La liquidación de Miasa se ha anunciado después de que se vivieran situaciones de tensión en la planta una vez que el pasado 31 de diciembre expirara la prórroga del acuerdo firmado para 2015-2017 por CCOO y LAB con la dirección.

Entonces, la dirección planteó una condiciones que los sindicatos rechazaban porque suponían una merma de los derechos de los trabajadores. Por ese motivo, se convocó una huelga a finales de enero con el objetivo de que se negociara un nuevo pacto de empresa.