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Zaporeak cumple dos años con 1.190.000 comidas repartidas a refugiados en Lesbos

La ONG guipuzcoana Zaporeak elabora y reparte en estos momentos entre mil y dos mil raciones de comida en el campo para personas refugiadas de Kara Tepe en Lesbos, Grecia. Denuncia que la situación allí es «cada vez más alarmante».

Zaporeak celebra su segundo aniversario. (@ProyectoSabores)
Zaporeak celebra su segundo aniversario. (@ProyectoSabores)

Zaporeak cumple este jueves dos años en los que ha cocinado y repartido un total de 1.190.000 raciones de comida a personas refugiadas en la isla griega de Lesbos. Estos han sido los menús de este jueves: menestra de verduras, pollo al chilindrón, una naranja y pan de pita: 1.300 raciones. Lentejas estofadas con verduras de temporada, plátano y pan de pita: 2.100 raciones.

Así lo ha anunciado la ONG guipuzcoana en su cuenta de Twitter, en la que ha recibido numerosas felicitaciones por su labor de repartir comida digna a las 7.000 personas solicitantes de asilo. Según ha afirmado, estas están durmiendo en tiendas en una situación «cada vez más alarmante».

Ha censurado que «el agua entra dentro de sus tiendas cada vez que llueve, mojando incluso su ropa y el campamento entero queda patas arriba cada vez que el viento pega con fuerza», un panorama «desolador». A ello ha añadido que «los continuos cortes en la corriente eléctrica hacen que sea imposible mantener el calor de las tiendas con calefactores y la única opción que les queda a muchas para hacer frente al frío es hacer hogueras», lo cual «aumenta el riesgo de que ocurran accidentes».

Zaporeak ha lamentado que «estas condiciones de vida tan penosas están teniendo un impacto directo en la salud de las personas atrapadas en este campo de carácter supuestamente provisional, y están afectando a niños y adultos, tanto a nivel físico como a nivel mental».

Suelo contaminado con plomo

Asimismo, la ONG ha destacado que el Gobierno griego «acaba de admitir que el suelo del campamento está contaminado con plomo, tras haber realizado un análisis del terreno por las presiones que recibía por parte de diversas organizaciones y periodistas».

«De las doce muestras que tomaron en doce puntos del campamento, todas mostraron niveles de contaminación, y debido al riesgo que eso implica para la salud, 20 organizaciones que trabajan con personas refugiadas han dirigido una petición al Ministerio de Inmigración y Asilo para el desalojo inmediato del campo», ha explicado Zaporeak.

Sin embargo, ha apuntado que «por desgracia parece que la actitud del Ejecutivo griego seguirá siendo la misma, poniendo la vida de las solicitantes de asilo en un segundo nivel y jugando sin complejos con su salud, descartando por completo la opción de desmantelar el campamento».