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Represaliados catalanes frente a mandatarios españoles en el final de campaña

El preso Oriol Junqueras, el exiliado Carles Puigdemont y personas represaliadas de la CUP han cerrado la campaña para el 14F mientras PSC, PP y Cs se traían a Barcelona a Sánchez, Casado y Arrimadas.

Sánchez e Illa se saludan en el cierre del PSC. (AFP)
Sánchez e Illa se saludan en el cierre del PSC. (AFP)

En un escenario aún muy marcado por el otoño de 2017, los actos finales de la campaña catalana esta tarde-noche de viernes han estado protagonizados por represaliados por la parte independentista y por dirigentes estatales en la unionista. A falta de mensajes novedosos, referencias de primer nivel a 36 horas de la apertura de urnas.

Partiendo en cabeza en la mayoría de encuestas aunque en su sprint a tres muy disputado, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha llamado a la movilización electoral con estas palabras: «Si nosotros no nos hemos rendido en la cárcel, menos os tenéis que rendir vosotros ante una urna. Porque las urnas son nuestra arma, nuestra herramienta y nuestro instrumento».

Lo ha dicho en el mitin de final de campaña en las Cotxeres de Sants de Barcelona ante unas 200 personas –el acto con más asistencia–, en el que ha intervenido la plana mayor del partido, como su líder, Oriol Junqueras, Marta Rovira, Marta Vilalta y Roger Torrent, y los presos republicanos del 1-O, como Carme Forcadell, Dolors Bassa y Raül Romeva, además de otros miembros de ERC.

«Os ruego que no os equivoquéis de voto este 14 de febrero. Porque, si os equivocáis de voto, retrasaréis esta esperanza, este futuro y esta república», ha dicho apelando también a repetir las victorias electorales de ERC de los años 30.

Quien fue su president en el procés y ahora exiliado, Carles Puigdemont, ha intervenido telemáticamente en el cierre de campaña de Junts en Barcelona, ante la candidata a presidir el Govern, Laura Borràs; el secretario general del partido, Jordi Sànchez; y el resto de presos de Junts; exconsellers como Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Borràs, y los cabezas de lista de las demarcaciones.

Tras reiterar que estas elecciones están entre Borràs o el candidato del PSC a las elecciones, Salvador Illa, Puigdemont ha criticado que los socialistas afirmen que quieren gobernar para todos los catalanes: «Será para los que no ha enviado a la prisión y la exilio, ni a los juzgados», ha ironizado.

Mientras intervenía en el mitin, por cierto, se ha conocido que el Parlamento Europeo piensa votar el suplicatorio para retirarle la inmunidad a inicios de marzo. Una decisión contraria complicaría de nuevo su situación judicial en suelo belga.

Y la represión ha marcado igualmente el acto final de la CUP. Dolors Sabater ha subrayado en él que las candidaturas están «repletas de personas represaliadas y de una valentía insobornable para combatir la represión, la del Estado y también del Govern de la Generalitat». Ha añadido además que sus votos son claramente antifascistas ante el riesgo serio de irrupción de Vox en el Parlament.

Por la mañana, Sabater ha sido preguntada en rueda de prensa sobre las distancias expresadas en campaña tanto respecto al PSC como hacia JxCat. «Evidentemente JxCat tiene políticas neoliberales que no son de izquierdas, pero están dispuestos a sentarse en la mesa a negociar prioridades para el país. En cambio, el PSC ya ha dicho claramente que no está dispuesto a sentarse en la mesa para negociar estas prioridades, porque niega la mayor», ha diferenciado.

Desembarco final desde Madrid

El PSC ha hecho una apuesta fortísima por el exministro de Sanidad Salvador Illa en esta campaña, pero no obstante este no ha querido cerrarla sin tener al lado al presidente estatal, Pedro Sánchez.

Illa ha insistido en abrir «una nueva página» alejada del predominio independentista en las instituciones: «Salgamos ya de una vez de este laberinto. Basta de incompetencia, de hacer el Quijote contra molinos de viento imaginarios».

Sánchez, por su parte, ha tirado de victimismo ante el compromiso conjunto de fuerzas independentistas de no gobernar con el PSC: «Ese es el mensaje que están trasladando a la sociedad catalana: la foto de Colón, el odio perpetuo, la rabia permanente».

El PP se ha traído también a su líder estatal (al igual que Ciudadanos, que cotiza muy a la baja, con Inés Arrimadas, y Vox, con Santiago Abascal). Pablo Casado ha cargado curiosamente sobre todo contra Vox, ante el temor de un «sorpasso» que podría ser letal para su liderazgo en la formación derechista.

Así, le ha preguntado si realmente «quiere sacar a España de la Constitución y la Unión Europea» para rematar afirmando que «es exactamente lo mismo que pide Puigdemont. Por eso los flamencos que defienden a Puigdemont son los socios de Vox en el Parlamento Europeo y eso no lo queremos».