Pere Aragonès (ERC) ha esperado a escuchar a todos los demás candidatos, como hacen los que han vencido en una noche electoral, antes de salir  a felicitarse por esos 33 escaños con los que contará en el próximo Parlament, los mismos que el PSC de Salvador Illa.

Aragonès ha hablado de abrir una nueva etapa que consiga la amnistía para los presos y el retorno de los exiliados. Y también, la consecución de un nuevo referéndum, esta vez negociado, con el Estado español.

El candidato de ERC ha cambiado al castellano para dirigirse directamente a Pedro Sánchez y emplazarle a trabajar para celebrar un nuevo referéndum que consiga «resolver el conflicto». Para ello, Aragonés ha puesto encima de la mesa el éxito electoral de las fuerzas independentistas, tanto en escaños como en el voto popular, dado que superaron el 50%. Luego ha lanzado la misma propuesta en inglés para internacionalizar su demanda.

Además, para ERC lo de esta noche supone una victoria también porque «se consiguió frenar una operación» que aspiraba echar a los independentistas de la Generalitat, aunque para ello fueran necesarios los votos de la extrema derecha.

«El resultado de las elecciones de hoy es que hay una clara mayoría de diputados independentistas y de izquierdas y de los que compartimos la idea de que Catalunya entra en una nueva etapa». Por todo ello, Aragonès ha hecho el lógico anuncio de que se presentaría a la investidura como presidente apuntando que buscaría una mayoría amplia y el entendimiento con sectores progresistas que son favorables a la amnistía, en clara alusión a los comunes.

Antes de la intervención de Aragonès, Oriol Junqueras ha hecho un discurso de corte más historicista, recordando que a su formación se la echó de la Generalitat con el golpe de estado del 36 y que, después de una dictadura, por fin está en condiciones de recuperar la Presidencia.