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El incendio de la zona del Bidasoa habría quemado ya unas 2.000 hectáreas

El incendio declarado ayer en Bera y en las faldas del Larrun que está afectando a la zona del Bidasoa habría quemado ya una superficie de alrededor de 1.800 hectáreas, cerca de la mitad en Nafarroa.

Bomberos interviniendo en la zona de Larrun. (Bob EDME/FOKU)
Bomberos interviniendo en la zona de Larrun. (Bob EDME/FOKU)

El importante incendio que comenzó ayer en la zona del Bidasoa habría quemado ya unas 2.000 hectáreas de Nafarroa, Gipuzkoa y Lapurdo, según datos de las distintas adminitaciones. Un siniestro que, según ha asegurado el alcalde de Bera, Aitor Elexpuru cree que «ha sido intencionado, iniciado con mala intención».

Según se ha informado en la reunión que esta mañana ha mantenido el Comité Asesor de Emergencias (CAE) en el que ha participado telemáticamente la lehendakari María Chivite, el fuego se encuentra estabilizado aunque todavía no controlado porque se mantienen puntos calientes a partir de los que podría reavivarse, sobre todo en el límite entre Nafarroa y Gipuzkoa.

No obstante, el Ejecutivo de Gasteiz ha desactivado el Plan de Incendios Forestales a última hora de la tarde; y el de Iruñea ha decidido desactivar el Nivel 2 del Plan de Emergencias para Riesgo de Incendios Forestales, ya no supone ninguna amenaza para las personas ni los servicios básicos y se ha producido un cambio en las condiciones meteorológicas con la disminución de la fuerza del viento, que ha girado a componente norte, acompañado por lluvia débil.

Por su parte, la Diputación de Gipuzkoa ha señalado que el incendio se ha estabilizado en este herrialde, donde quedan activos dos focos en la zona del monte Erlaitz. La portavoz, Eider Mendoza, ha informado de que durante la noche ha amainado algo el viento y han bajado las temperaturas, lo que «ha ayudado mucho» a estabilizar la situación, aunque ha lamentado que, «por desgracia, la mayor parte de la zona quemada es de bosque autóctono, por lo que estamos ante una grave pérdida para nuestro patrimonio natural».



En la parte de Gipuzkoa, el fuego ha afectado a unas 400 hectáreas de bosque, según el último balance hecho público a última hora de la tarde de ayer, lo que obligó a desalojar, por precaución, 38 caseríos del barrio Bidasoa de Irun, que «están fuera de peligro en este momento», según ha indicado Mendoza, quien ha advertido de que el foco activo se localiza en la zona entre Endarlatsa y Erlaitz.

Regreso a sus casas

Por su parte, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, ha indicado que en la mañana de este domingo algunos de los vecinos de los alrededor de 40 caseríos del barrio irundarra de Bidasoa desalojados por el incendio están volviendo ya a sus casas.

Ha añadido que «las cosas mejoran» y «en el punto de coordinación están trabajando sin descanso». Por el momento, los puntos de mayor preocupación «están estabilizados; en Lastaola-Saroia y Amasain». No obstante, durante la noche, el fuego llegó al Parque Natural de Peñas de Aia.

Abierta la N-121-A

En lo que respecta a la situación en las carreteras afectadas por el incendio, Policía Foral informa de que ha quedado restablecida la circulación en la N-121-A, carretera Iruñea-Behobia.

Según informa el Ejecutivo navarro, ante la posibilidad de que amaine algo la fuerza del viento, que sigue soplando con intensidad, se ha solicitado al Ministerio español para la Transición Ecológica el envío de medios aéreos a los que se sumarían los helicópteros del Gobierno de Nafarroa en el caso de que no se dieran las condiciones de riesgo que impidieron ayer su intervención. Por otra parte, los efectivos de Unidad Militar de Emergencias han controlado el frente de la zona de Baztan.

Trabajan en las labores de extinción bomberos de los parques de Oronoz, Cordovilla, Tafalla y Auritz, con refuerzos de casi todos los demás parques, así como bomberos voluntarios de Bera, Lesaka y Goizueta y bomberos profesionales fuera de servicio que han acudido en apoyo de sus compañeros. También participa personal del Guarderío Forestal, voluntarios de Cruz Roja y agentes de la Policía Foral y Guardia Civil.

Urkullu y Chivite, en contacto

En declaraciones a los medios el vicelehendakari y consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, ha señalado que el lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, ha valorado con la lehendakari de Nafarroa, María Chivite, la situación del incendio.

«Afortunadamente está estabilizado, se espera que el viento empiece a amainar y sobre las 21.00 horas empezará a llover fuerte en esta zona de Irun limítrofe con Iparralde y Navarra», ha indicado Erkoreka en Behobia.

El vicelehendakari ha puesto en valor que «la situación ha mejorado considerablemente gracias al trabajo conjunto y coordinado de las instituciones». Además, ha avanzado que todo está «dispuesto» para una eventual participación de medios aéreos del Gobierno español y ha apuntado que se refuerza la hipótesis de que el fuego comenzó en Nafarroa y ha trasladado su disposición de colaboración al Gobierno navarro.

Biriatu, Azkaine y Urruña, fuego intencionado

En el caso del foco de Lapurdi, por la mañana se ha dado por controlada la situación, después de que hayan resultado afectadas 750 hectáreas en la zona entre Biriatu, Azkaine y Urruña. Durante el día, en el que el olor a humo se ha seguido sintiendo hasta en la costa, ha habido tres focos, dos entre Biriatu y Urruña, y un tercero, el más importante, en las inmediaciones del monte Larrun.

El presidente Jean René Etchegaray ha agradecido la labor de la pasada noche de los bomberos, que se ha visto favorecida por una disminución de la intensidad del viento, que ha vuelto con fuerza esta mañana. El riesgo ha persistido por ello.

Asimismo, Etchegaray ha resaltado lo peligroso que resulta ciertas prácticas con el fuego,  realizado en esta ocasión en unas condiciones metereológicas de alto riesgo por el fortísimo viento. De este modo, el lehendakari, que se ha referido al denominado «écobuage», ha apuntado al origen intencionado del incendio que ha provocado profunda conmoción en los habitantes de la zona.

Esta técnica consiste en voltear terrones de tierra y vegetación, dejarlos secar y luego quemarlos, para aportar nutrientes y fertilizar suelos de bajo valor agronómico.