Los gobiernos de Madrid y Gasteiz han admitido las solicitudes presentadas por Aixeindar, empresa formada por Iberdrola y el Ente Vasco de la Energía (EVE), para instalar cuatro parques eólicos en Araba.

Así lo ha indicado este miércoles el director general del EVE, Iñigo Ansola, quien ha informado de que los cuatro parques eólicos «ya han sido admitidos a trámite» y quedan a la espera de la valoración de impacto ambiental «antes de proceder a la autorización para ejecutar los proyectos y obtener la autorización definitiva».

En concreto, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha admitido las solicitudes para la construcción de los parques eólicos de Iturrieta (Arraia-Maeztu) y Arkamo (Erriberagoitia), con una potencia superior a los 50 megavatios, y de Labraza (Oion), limítrofe con Nafarroa.

Por su parte, el Ejecutivo autonómico ha dado el visto bueno a la solicitud presentada para instalar ocho molinos con una potencia de 40 MW en Azazeta.

Además, Ansola ha admitido que están «mirando varios lugares» de la CAV para instalar otros parques eólicos, aunque no ha querido pronunciarse sobre emplazamientos concretos. «Las posibilidades son variopintas», ha apuntado.

«Todo tiene su coste»

Preguntado por la afección de estos complejos eólicos sobre zonas de especial protección natural en Araba, Ansola ha reconocido que todos los parques «tanto fotovoltaicos como eólicos o de biomasa tienen su impacto» sobre la naturaleza. «Todo tiene su coste y hay que compatibilizar con la normativa vigente, con medidas compensatorias y ver si es posible o no promoverlo», ha añadido.

A este respecto, el diputado de Medio Ambiente, Josean Galera, ha señalado que será la Diputación quien determine «cuál es el impacto y la viabilidad de los parques», según el procedimiento reglado de impacto ambiental.

Respuesta ciudadana

Por su parte, Arabako Mendiak Aske ha mostrado su rechazo a los parques proyectados y ha aseverado que «el progreso normativo, tecnológico y el progreso de la concienciación social en la última década hacen hoy todavía mas inasumible la elección de ese modelo como solución energética para nuestro país».

«Hay que mencionar que ya en su día se plantearon alternativas como el Plan Mugarri en Araba, que conseguía cumplir con objetivos de energías renovables sin afectar a las zonas naturales, aplicándolas en zonas ya antropizadas y cuya actualización se muestra indispensable. Estas alternativas son las que hoy exigimos que se establezcan como prácticas de actuación inexcusables a la hora de desarrollar nuevos proyectos de producción de energías renovables», ha añadido.

Y ha pedido a la Diputación y a sus responsables en Medio Ambiente que «hagan valer sus políticas medioambientales en el territorio sin dejarse amedrentar por empresas que, aunque sean participadas por organismos públicos, pervierten el espíritu y el sentir que ha impulsado estas políticas y su consenso social asociado».

«También reclamamos de forma urgente y definitiva la declaración como zonas de exclusión para esta cuestión de las áreas montañosas en su totalidad, que por tanto serían no susceptibles de albergar estas infraestructuras. Y denunciamos la imposición de estas políticas que no solo no contribuyen a mitigar el cambio climático sino que alimentan su pervivencia», ha manifestado.

PNV y PSE rechazan la suspensión

Esta peticiones no han sido atendidas por los representantes de PNV y PSE en las Juntas de Araba, que este miércoles han rechazado la suspender la tramitación de los nuevos parques eólicos, como pedían los grupos de la oposición. Han aprovechado su mayoría absoluta para aprobar una enmienda en la instan a Lakua a «acelerar el proceso de aprobación del nuevo Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables (PTS), considerando la capacidad de acogida de cada territorio y las vulnerabilidades propias de los valores ambientales para cada tipo de energía renovables».