Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Zuzenak Basatiak, directos sobre ruedas hasta la zona de ensayo

El club de deporte adaptado de Gasteiz puso en marcha en 2018 un equipo de rugby en silla de ruedas, una modalidad nacida en Canadá en 1977. Su entrenadora Ainhoa Rodríguez cuenta a NAIZ el recorrido de una ilusionante aventura en la que todos sus integrantes partieron desde cero. 

Entrenamiento del Zuzenak Basatiak, esta misma semana en el polideportivo Almudena Cid de Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Entrenamiento del Zuzenak Basatiak, esta misma semana en el polideportivo Almudena Cid de Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

El rugby en silla de ruedas nación en Canadá en 1977. Le ha costado algo más de cuatro décadas aterrizar en Euskal Herria. La semilla ha germinado en Gasteiz, en el club de deporte adaptado Zuzenak, que puso en marcha el proyecto en 2018 y que, tras el obligado parón de los últimos meses, afronta a partir de esta semana la que será su segunda liga, junto a equipos de Madrid, Toledo, Valencia, Sevilla, Barcelona, Zaragoza y Manresa.

Ainhoa Rodríguez es la entrenadora, y cuenta con 10 jugadores y jugadoras –es una modalidad mixta– a sus órdenes. «Son cuatro de Gasteiz, uno de Laguardia, dos de Gipuzkoa, de Oñati y Elgoibar, uno que viene de Iruñea, otro de Logroño y otro de Burgos».  

Zuzenak ya tenía una trayectoria con el baloncesto, pero «el rugby ofrece una oportunidad para personas con una discapacidad mayor», ya que el primero tiene unas exigencias técnicas y físicas más altas, especialmente para las extremidades superiores. «Lander Lozano fue el que más empujó, y gracias a él empezamos los dos a sacarlo adelante para que personas que no podían practicar el baloncesto tuvieran un deporte de equipo al que jugar», indica.



Tras estudiar IVEF en Gasteiz y hacer prácticas en el equipo de baloncesto, la propuesta le llegó «de sopetón. No sabía nada de este deporte, pero era una gran oportunidad a nivel personal».

El francés Nicolas Edouard, seleccionador español de la modalidad, fue el que les «abrió los ojos a este mundo. Así empezamos con concentraciones, vídeos, viendo a otros equipos, estuvimos en un Europeo… a base de prueba-error».

«Como unos autos de choque»

A este rugby se juega con un balón redondo, de voleibol, y es «como unos autos de choque. Prácticamente todos los golpes silla contra silla están permitidos. En cambio, los jugadores no se pueden tocar entre sí, es falta».

Una búsqueda rápida en internet permite ver resúmenes con impactos, caídas… «Es lo que le aporta espectáculo. Nosotros aún estamos empezando, pero a nivel internacional se dan unos golpes tremendos», apunta la entrenadora del Zuzenak.

Se juega en una pista polideportiva, y el objetivo es llevar el balón controlado hasta la zona de ensayo, al estilo del fútbol americano, no hace falta posarlo en el suelo. Cada partido dura cuatro cuartos de ocho minutos.



Sobre la cancha cada equipo tiene cuatro personas. Ainhoa Rodríguez explica que «en los deportes adaptados, a cada deportista, en función de diferentes características, se le otorga un baremo, que en el rugby va desde el 3,5, que serían los más rápidos, los que mejor se manejan con el balón; hasta el 0,5. Y entre los cuatro jugadores del equipo no pueden sumar más de 8. Las mujeres tienen una reducción de 0,5 en este baremo. Así se equilibran ambos equipos».

«Una silla normal cuesta 3.000 euros»

Uno de los hándicaps es el material. Cuenta que empezaron «con sillas de baloncesto, porque el material de rugby es muy caro, son sillas muy reforzadas para aguantar los impactos. Pero no era posible, las de baloncesto se rompían. Una silla de rugby, la más normal, cuesta unos 3.000 euros. De ahí para arriba lo que quieras»

Tampoco es fácil encontrar gente. Entrenan un par de días a la semana, y estarían encantados de recibir con los brazos abiertos a nuevos jugadores y jugadoras.

Este fin de semana los integrantes de Zuzenak Basatiak se desplazan hasta Manresa para disputar un cuadrangular junto al conjunto local, Adapta Zaragoza y BUC Barcelona, campeón en la anterior edición. El 20-21 de marzo repetirán en la capital aragonesa, y los dos mejores de este cuarteto se clasificarán para la fase final, sin fecha ni sede definida aún.