Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Osasuna prolonga su idilio con Mendizorrotza ante un Alavés que se asoma a la sima (0-1)

Tercera visita consecutiva de Osasuna a Mendizorrotza que acaba con victoria rojilla, lo que mete en serios problemas a un Alavés que solo disparó en una ocasión entre los tres palos.

Derbi embarullado el que han protagonizado Alavés y Osasuna. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Derbi embarullado el que han protagonizado Alavés y Osasuna. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

Osasuna continúa en su progresión ascendente, mientras el Alavés se complica la vida muy seriamente, después de un triunfo rojillo en el estadio babazorro que se ha materializado cuando su técnico, Jagoba Arrasate, ha decidido variar su sistema.

Ha sido Kike Barja quien, a trancas y barrancas, ha ha marcado en el minuto 78 el único gol que ha desequilibrado una contienda marcada por la idéntica propuesta de ambas escuadras vascas, poco atractiva para el espectáculo y muy ceñida en lo táctico.

Tanto albiazules como navarros han salido prácticamente con la misma idea inicial, casi calcados sus dos onces –con dos delanteros natos cada uno–, buscando el juego directo e impidiendo con multitud de faltas que el contrario pudiese triangular lo más mínimo.

De ese planteamiento ha sacado mucha mayor tajada un Osasuna que ya ha tenido la ocasión de adelantarse en el marcador en la primera parte, con una doble oportunidad de Budimir y Calleri que han sacado milagrosamente bajo palos Lejeune y Laguardia, respectivamente.

Ante tal tesitura de escaso bagaje por el lado local, su entrenador, Abelardo Fernández, ha movido el banquillo al descanso, pero con escaso provecho, más allá de una volea elevada del debutante Pellistri. Calleri también ha vuelto a disponer de su segundo lance con un chut desde la media luna que ha sacado a dos manos Pachecho.

El guardameta alavesista no ha estado tan contundente a falta de un cuarto de hora para el final, cuando Barja se ha encontrado con un balón imprevisto en el segundo palo –la jugada se ha fraguado con dos detalles técnicos de Rubén García y Roberto Torres–, que no ha conseguido rematar con precisión, pero que ha gozado de la fortuna de un rebote ante la salida del cancerbero extremeño y el cuero ha entrado llorando pegado al poste.

El Alavés ha quemado sus naves en busca de la igualada y la ha tenido con un empalme dentro del área de Joselu –único disparo entre los tres palos de los anfitriones– que le ha salido centrado y ha detenido bien colocado Sergio Herrera.

Abelardo: «Ha sido un palo grande»

El técnico del Alavés, Abelardo Fernández, ha admitido que la derrota ha sido «un palo grande» y que el castigo sufrido por su equipo ha sido «demasiado duro». «No me gusta hablar de la palabra suerte, pero también nos ha faltado», ha señalado el asturiano.

El Pitu, que ha reconocido que un punto lo hubiera dado por bueno, ha resaltado que sus jugadores han hecho un partido «muy completo a nivel defensivo», aunque ha admitido que les ha faltado «crear y generar ocasiones».

Ha asumido que la situación tras este tropiezo «es difícil y complicada», aunque su mentalidad es la de seguir peleando y trabajando porque no pueden venirse abajo, ya que ha asegurado que, al final, «saldrán las cosas».

«Me marcho preocupado por el resultado, porque tampoco Osasuna nos ha generado mucho peligro. Esto es muy largo, vamos a pasarlo mal, pero tengo confianza en ellos y lo celebraremos», ha concluido.

Arrasate: «Tres puntos de oro»

Para el preparador rojillo, Jagoba Arrasate, la victoria cosechada en Mendizorrotza supone «tres puntos de oro» y «un paso de gigante» en el camino de la escuadra navarra por lograr el objetivo de la salvación.

El de Berriatua ha convenido en que «en los últimos partidos están siendo determinantes los cambios» y ha aplaudido que la gente dle banquillo «sale enchufada». «Es importante la alineación, pero dentro del plan de partido son importantes los cambios», ha remarcado.

«Llevamos un camino y, si en ese camino vamos derrotando a rivales directos, pues mucho mejor», ha señalado el míster vizcaino, que ha subrayado que sus pupilos fueron mejores en el primer tiempo, aunque el tanto de Kike Barja haya llegado «con algo de fortuna».

Precisamente sobre el goleador rojillo, Arrasate lo ha definido como un jugador «todo energía, ganas y hambre, y eso viene muy bien cuando los rivales pueden estar más agotados». En cuanto al equipo, ha destacado que «el equilibrio emocional nos ha traído hasta aquí, ahora se siente capaz de ganar partidos igualados que antes perdía».

 

Las estadísticas del partido se pueden consultar en la página especial de NAIZ.