Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

«Justin», viñetas que recrean un trágico episodio del Gobierno de Vichy

El guionista Julien Frey y el dibujante Pep Domingo han unido sus talentos en ‘Justin’. Este nuevo proyecto de la editorial vasca Astiberri aborda el doloroso y silenciado pasaje de los cerca de 700.000 ciudadanos del Estado francés que, durante el Gobierno de Vichy, fueron enviados a Alemania.

Viñeta de la novela gráfica 'Justin'. (Astiberri)
Viñeta de la novela gráfica 'Justin'. (Astiberri)

Licenciado en cine, el parisino Julien Frey ha estampado su firma en el guión de una quincena de series de animación infantil, como ’Casper’ o ‘Gerónimo Stilton’. Después orientó su trayectoria profesional hacia proyectos más personales.

En 2014, en colaboración de Dominique Mermoux, publicó ‘Un jour il viendra frapper à ta porte’ –Ed.Delcourt–, su primer álbum autobiográfico sobre la investigación de los orígenes y el deber de la memoria.

Cinco años después, realizó el guion de ‘Michigan’ con dibujos de Lucas Varela y el pasado año, la editorial vasca Astiberri publicó ‘El cineasta’ en la que Frey y el dibujante Pep Domingo sumaron sus esfuerzos para plamar en viñetas la muy singular odisea vital y profesional de Édouard Luntz, un cineasta cuya carrera fue truncada por el todopoderoso magnate de Hollywood Darryl F. Zanuck.

Ahora, Domingo y Frey repiten experiencia con ‘Justin’, una nueva novela gráfica publicada por Astiberri, en la que abordan un doloroso episodio acontecido durante la Segunda Guerra Mundial y que, junto al «colaboracionismo», continúa siendo una herida abierta en el Estado francés.

En concreto se trata de la historia de uno de los cerca de 700.000 ciudadanos del Estado francés que, obligados por el Gobierno de Vichy, fueron enviados a un campo de trabajo nazi con la promesa de regresar en un año y así, a cambio, el Reich devolvía al Estado francés un campesino prisionero –por cada tres trabajadores regresaba uno apresado por Alemania–.

Crónicas que no deben caer en el olvido

El dibujante Pep Domingo relató en torno a este proyecto que «Julien Frey siempre me plantea cosas que no conozco, me pasó con Lunzt. Pero este caso es curioso porque es una historia familiar suya. En el Estado francés lo acontecido en torno al llamado Servicio de Trabajo Obligatorio es un capítulo conocido, pero está en los márgenes, como todas las cosas relativas a lo que provoca la vergüenza».

En relación a este doloroso viaje al pasado, la trama arranca en el París de esos años en los que su protagonista –familiar de la compañerasentimental de Julien Frey– se enamoró de Reneé, así como el campo de Henningsdorf donde trabajó en circunstancias extremas mientras soñaba en volver con ella.

Sensaciones que transitan a lo largo de una cadena de viñetas en blanco y negro en las que se citan los recuerdos, anhelos, miedos y frustraciones que le acompañaron hasta los años 80, cuando el protagonista falleció en París después de que muchos años antes consiguiera escapar de ese infierno.

En cuanto a las páginas dedicadas a plasmar el infierno nazi, Domingo explicó que «gracias a la ayuda de Frey he podido recrear este espacio donde las chinches, el hambre y el frío eran los compañeros de estos trabajadores a los que se les ha tachado históricamente de ‘colaboracionistas’ con el régimen nazi».

Pese a estar dibujado en blanco y negro con el fin de seguir la línea iniciada con ‘El cineasta’, en las páginas de ‘Justin’ hay mucho color destinado a dar sentido a ese París en constante bullicio, el de los besos de los enamorados o de las risas que explotaban en sus pequeños cafés.

Sobre ello, el dibujante recordó que «cuando comencé con la historia, Julien me decía que todo lo que dibujaba no tenía que ser muy gris, porque en esa época la gente se reía y bailaba, la gente era joven y era feliz y me puso en la dirección correcta. Estos personajes que parecen muy duros solo tenían 20 años cuando les pasó esto, se hicieron adultos antes de tiempo. A estas personas les arrancaron de sus sueños una vida que era a color».

Finalmente, y en relación a su futura obra, Pep Domingo confirmó que trabaja en un nuevo proyecto con Julien Frey en torno al cine mudo y que, esta vez sí, incluirá una amplia gama de colores.