El comité de empresa de la planta de Benecke Kaliko en Landaben (Iruñea) se ha reafirmado en su convocatoria de huelga, iniciada hace una semana, pese al descuelgue de UGT y de un delegado independiente, con lo que la medida sigue apoyada por tres delegados de LAB, dos independientes y uno de ELA.

El comité explica en una nota que la dirección de la empresa Benecke-Kaliko, actualmente propiedad de la multinacional Continental, «ha ido deteriorando las condiciones y relaciones laborales, imponiendo unilateralmente un ERTE y haciendo despidos, el último el de un trabajador de mantenimiento».

Esta situación ha llevado a sus cien trabajadores y trabajadoras a una huelga indefinida desde el 26 de febrero, con la practica totalidad del personal de producción secundado la huelga, unas circunstancias que el Comité explicó ayer en el Legislativo navarro a su presidente, Unai Hualde, y a los parlamentarios de la Comisión de Desarrollo Económico y Empresarial.

«La dirección no quiere hablar»

Los trabajadores advierten de que «la dirección de la empresa no ha querido hablar con el comité de huelga hasta el 26 de febrero, pese a la predisposición del Comité a negociar desde el preaviso de huelga».

Desde ese 26 de febrero se han sucedido varias reuniones sin acuerdo, en las que la readmisión del trabajador despedido ha sido el «escollo insalvable», aunque «en la búsqueda de un acuerdo, el Comité ha propuesto a la dirección un compromiso de empleo hasta el 31 de diciembre de 2022».

Las mismas fuentes aseguran que la respuesta de la dirección ha sido exigir la retirada de la denuncia por mala praxis a Inspección de Trabajo del anterior ERTE y el compromiso a no realizar denuncias a Inspección ni demandas en el Juzgado mientras dure la negociación de la mejora de las relaciones laborales.

Esta posición de la dirección de empresa «muestra el talante por el que se han deteriorado las relaciones laborales en la empresa», dice el comité de huelga, que por todo ello considera lamentable que UGT «se ponga del lado de la dirección de empresa y solicite poner fin a la huelga, abandonando a las trabajadoras y trabajadores de Benecke-Kaliko y renunciando una de las herramientas que tienen las plantillas y comités para que se respeten sus derechos».