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Los traslados anunciados de 48 presos vascos están paralizados desde hace semanas

Etxerat ha denunciado que 48 traslados de presos vascos anunciados por parte del Gobierno español están paralizados y considera «insostenible» la situación de «incertidumbre y angustia» que está padeciendo reclusos y familiares.

Urtzi Errazkin y Patricia Velez, portavoces de Etxerat, en una imagen de archivo. (Jon URBE / FOKU)
Urtzi Errazkin y Patricia Velez, portavoces de Etxerat, en una imagen de archivo. (Jon URBE / FOKU)

31 presos y presas vascas esperan, desde hace semanas y una vez que lo anunciara la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (SGIP), ser trasladados a su nuevo destino más cercano a su entorno y en algunos casos a cárceles de Euskal Herria. Esta cifra asciende hasta 48 al añadir a esa lista de espera a quienes ya habían sido trasladados a una prisión intermedia, y ahora esperan ser conducidos a su destino final, según ha informado Etxerat en una nota.

«Resulta insostenible la situación de incertidumbre y angustia que están padeciendo los presos y presas vascas, así como sus familiares, afectados, en el caso del Estado español, por la paralización de más de 40 traslados a cárceles vascas o aledañas, que se han venido anunciando semanalmente, algunos de ellos hace ya tres o hasta cuatro meses», apunta.

Esta situación ha provocado que una veintena de padres y madres lleven meses sin ver a sus hijos e hijas, a pesar de que se había anunciado su traslado. Etxerat también remarca que afecta a familiares de edad avanzada, que no podían realizar viajes largos para visitar a sus allegados presos y «que habían recuperado la esperanza por encontrarse más cerca».

Etxerat cita algunos de los casos: Maite Pedrosa continúa en la prisión de Alcalá, en lugar de estar en Zuera, su destino, prisión a la que sí llegó su compañero también preso Mikel Azurmendi. Ambos tienen una hija menor de edad con grandes dificultades para visitar a sus padres. Desde el pasado diciembre se encuentra también en Alcalá Eider Pérez, sin saber cuándo será trasladada a Zuera, donde ya fue llevado su compañero Jon Igor Solana. Ambos estaban en la prisión de Algeciras y también son padre y madre de un menor de edad.

Sin visitas por la pandemia

A ello, cabe añadir el efecto que la pandemia provocada por el covid-19 está teniendo en la población reclusa y en su relación con el exterior. «Cuando aún no nos habíamos recuperado de las suspensiones de comunicaciones del pasado año, y sin soluciones que pasaran por haber acercado a todas las presas y presos a Euskal Herria, dejando en libertad a los enfermos de gravedad y a los de mayor edad, Instituciones Penitenciarias optó hace ya mes y medio por volver a cerrar a cal y canto las cárceles y continuamos en esa situación, sin visitas, ni siquiera en locutorios con cristal de por medio».

Ante esta situación, Etxerat ha reclamado «un plan urgente de vacunación» para toda la población reclusa y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que «concluya sin mayor dilación su plan de traslados, que en nuestra opinión deberían ser, en todos los casos, acercamientos a prisiones de Euskal Herria».

En su opinión, «no tiene sentido» mantener la actual dinámica de anunciar cada semana cinco traslados, porque «es una dinámica que no hace sino ahondar en la desazón y el nerviosismo de tantos y tantos familiares». En ese sentido, remarca que «más importante que anunciarlos es, desde luego, hacer realidad los traslados y acercamientos». Por ello, ha insistido en que se hagan efectivos los traslados y se incremente el ritmo de los mismos.