NAIZ
Houston

Un meteorito originado en un antiguo mundo perdido cayó en el Sahara argelino en 2020

Los protoplanetas que dieron origen a la mayoría de los meteoritos que han caído sobre la Tierra han desparecido ya. No llegaron a la ‘madurar’ como nuestro planeta, pero han dejado un interesante rastro en forma de lava enfriada.

Un trozo del meteorito Erg Chech 2 hallado en una zona desértica de Argel en 2020.
Un trozo del meteorito Erg Chech 2 hallado en una zona desértica de Argel en 2020.

Un meteorito solitario que cayó en el desierto del Sahara en 2020 tiene más edad que la Tierra.

Con unos 4.565 millones de años, es el ejemplo más antiguo conocido de magma del espacio.

Su edad y contenido mineral insinúan que la roca se originó en nuestro sistema solar temprano a partir de la corteza de un protoplaneta, un cuerpo rocoso grande en proceso de convertirse en un planeta, según concluye un nuevo estudio.

Un espécimen muy raro

Este meteorito, denominado Erg Chech 002 (EC 002), es probablemente un fragmento raro sobreviviente de un planeta bebé perdido que fue destruido o absorbido por planetas rocosos más grandes durante la formación de nuestro sistema solar.

En mayo de 2020 se hallaron varios trozos de EC 002 en Adrar, Argelia.

Los fragmentos eran «de grano relativamente grueso, bronceado y beige», esporádicamente tachonados de cristales que eran «los más grandes de color verde, amarillo verdoso, y menos comúnmente amarillo marrón», siguiendo una descripción del Lunar and Planetary Institute de Houston (EEUU) citada por ‘Live Science’.

EC 002 es una acondrita, un tipo de meteorito que proviene de un cuerpo padre con una corteza y un núcleo distintos, y carece de granos minerales redondos, según el Centro de Estudios de Meteoritos de la Universidad Estatal de Arizona.

La mayoría procede solo de dos cuerpos

Aproximadamente, 3.100 meteoritos conocidos se originaron en la corteza y las capas del manto de asteroides rocosos, pero revelan poco sobre la diversidad de protoplanetas cuando nuestro sistema solar era joven.

Alrededor del 95% proviene de solo dos cuerpos parentales y alrededor del 75% de ellos se originaron en una fuente, posiblemente el asteroide 4 Vesta, uno de los objetos más grandes en el cinturón de asteroides, informaron los investigadores.

Entre los miles de meteoritos rocosos, EC 002 destaca por las versiones radiactivas, o isótopos, de aluminio y magnesio, que  indican que el padre de este meteorito era un cuerpo antiguo que data de hace 4.565 millones de años.

Y su composición química revela que emergió de un depósito de magma parcialmente derretido en la corteza de ese cuerpo.

La roca magmática más antigua del sistema solar

La mayoría de los meteoritos rocosos provienen de fuentes con costras basálticas, lava rápidamente enfriada que es rica en hierro y magnesio, pero la composición de EC 002 muestra que la corteza de su padre estaba hecha de andesita, que es rica en sílice.

«Este meteorito es la roca magmática más antigua analizada hasta la fecha y arroja luz sobre la formación de las cortezas primordiales que cubrían los protoplanetas más antiguos», han indicado los autores del estudio, publicado en PNAS.

Incluso después de la comparación con 10.000 objetos en la base de datos Sloan Digital Sky Survey, EC 002 fue «claramente distinguible de todos los grupos de asteroides», han resaltado los científicos. «Hasta la fecha no se ha identificado ningún objeto con características espectrales similares a EC002».

¿Dónde están estos protoplanetas?

Durante el período volátil de nacimiento planetario de nuestro sistema solar, la mayoría de estos protoplanetas probablemente no pasaron de la infancia, según explica el citado estudio.

O se rompieron en pedazos en colisiones con otros cuerpos rocosos, o fueron absorbidos por planetas más grandes y exitosos, como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio, dejando pocos rastros para generar meteoritos como EC 002.

«Los restos de la corteza andesítica primordial son, por lo tanto, no solo raros en el registro de meteoritos, sino que también son raros hoy en día en el cinturón de asteroides», aseguran los autores del informe.