Etxerat ha informado este jueves que el preso baionarra Ion Kepa Parot, encarcelado en la prisión de Muret (a unos 250 kilómetros de la capital lapurtarra), ha dado positivo en la prueba de covid1-9.

El colectivo de familiares y allegados ha explicado que Parot, que cumplirá en mayo 70 años de edad, padecía desde hace algunos días síntomas de la infección y que ahora permanece aislado en una celda. «Ion Kepa Parot debe estar en Euskal Herria, en su casa, con los suyos, de inmediato«, ha reclamado.

«Queremos manifestar nuestra honda preocupación por la situación que está padeciendo Ion Kepa. No en vano, el preso político vasco ha cumplido ya 31 años en prisión, algo que sin duda tiene relación directa con el deterioro de su salud, toda vez que es asmático, una circunstancia que puede agravar su situación».

El contexto de la pandemia y la Justicia francesa

Etxerat ha recordado que, en el caso de los presos vascos, la Justicia francesa continúa haciendo caso omiso a «las recomendaciones y directrices de organismos internacionales que trabajan en el ámbito de la salud, que apuntan a la conveniencia de liberar presos, en el contexto de la covid, más en el caso de enfermos, de avanzada edad o con buena parte de su condena cumplida».

Pero, como ha indicado la asociación de familiares, «las autoridades francesas ni siquiera han puesto en marcha un plan de vacunación de cara a la población reclusa», que conforma un grupo de riesgo importante, mientras que sí se han puesto en marcha «medidas restrictivas y suspensión de comunicaciones». 

Recientemente se ha conocido que han sido vacunados Jon Gurutz Maiza y Jakes Esnal, ambos presos en Lannemezan, no así los otros 25 presos y presas vascas en el Estado francés.